🐣 CINCUENTA Y SEIS

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A Bae realmente le gusta muchísimo ver a su papá YoonGi trabajar.

Es verdad que a veces se concentra tanto que olvida que ambos están jugando al caballito y detiene los movimientos de su pierna, pero basta con golpear "accidentalmente" el teclado con sus gorditas manos, para que el juego siga y reciba un beso en la cabeza como disculpa.

Pero, quitando el hecho de esa diversión, Bae encuentra fascinante la pantalla llena de colores y como las flechitas suben y baja, al ritmo de los movimientos en los dedos de su papá.

Él es el primero en escuchar las canciones, es algo así como el primero del primero en ver el pastel saliendo del horno y sabe que bueno, perdón por haber nacido de ese lado.

Los movimientos en la pierna de su papá se detienen de nuevo y un puchero se forma en sus labios, pero decide jugar con sus manos y dejar que su papá termine eso que le dijo, le estaba costando un poco de trabajo.

Su papi se fue a hacer las uñas y quería llevarlo, pero a Bae no le agrada mucho que tengan que cubrir casi la mitad de su rostro con las mascarillas y pataleo hasta que su papá YoonGi lo tomó en brazos y le dijo a su papi que él se encargaría.

Su papi no quería dejarlo, pero termino cediendo cuando se dieron besitos y.. ugh.

JEJE.

Mentira, ellos se besan bonito.

—Uhmm.. —El mayor tararea, retomando el movimiento en su pierna que le hace subir y bajar.

Bae no puede evitar aplaudir, excitado y feliz por la emoción que le causa jugar con su papá y escuchar la suave música de fondo.

Su papá se detiene de nuevo y ya para esas alturas, Bae frunce el entrecejo y empuja su pequeño cuerpo hacia adelante, golpeando con fuerza el teclado luminoso que casi siempre capta su atención, pero no ese día.

—Hey. —YoonGi suspira, besando de nuevo la cabeza del niño y cerrando los ojos un instante. —Está bien ¿papá está aburriendote hoy? Lo siento mi vida, es solo que estas pistas ya deberían estar listas.

Bae no entiende varias cosas, pero termina por volver su atención a la pulsera en su muñeca gordita.

Su papá luce un poco ocupado y eso sí lo puede entender, porque hacerle la vida imposible a todos es su pasión, pero no a sus dulces papis.

Es un bebé bueno.

¡Darling! © YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora