¡Darling! © YoonMin

🐣 CUARENTA Y DOS

JiMin trata de ignorar el hecho de que YoonGi no le prestó mucha atención, mientras se llevaba a Bae a su propia habitación.

Al parecer su pelea se estaba convirtiendo en algo horrible que le dolía a cada instante y que se proyectaba en los demás, al grado de que sus propios manager, pidieron habitaciones separadas para ambos.

En el fondo sabía que tenía la culpa de muchas cosas, pero es que también se negaba a ceder a los tontos celos. Dios, no había nada con JungKook que no fuese una amistad, casi hermandad.

JiMin siempre había tenido debilidad con el menor porque le recordaba al hermano que casi no podía ver y porque de todos, JungKook siempre lo buscaba a él para atender sus dudas o cualquier cosa que le estuviese molestando.

Y ahora su amistad se veía comprometida porque YoonGi pensaba cosas que no lo eran.

"¿Que no piensas lo mismo de cada persona con la que colabora? Bah, no seas hipócrita."

Ignorando el escozor en sus ojos, apretó el pequeño rechonchito cuerpo de su bebé en sus brazos y medio sonrió cuando los ojos curiosos de Bae se fijaron en los suyos.

—¿Listo para la super aventura?

Durante la siguiente hora, JiMin se encargó de mimar a su bebé con un baño calentito de espuma y un masaje con gel en su pequeño cuerpo y pies sensibles que le sacaron carcajadas dulces que alegraron su corazón.

Extrañaba profundamente a su bebé, lo amaba muchísimo.. ni siquiera él entendía porque se alejaba así.

—¿Puedes perdonar a papá? —Preguntó, acomodando la ropa chiquita de Bae. —Soy tonto de nacimiento, a veces creo que tengo la razón cuando claramente no es así.. se que debo madurar porque ahora te tengo a ti y te amo muchísimo, como también amo a tu papá a pesar de mis errores y de los suyos.

Bae apretó su puñito y lo llevó a su boquita, en silencio total.

—Q-quiero hablar con papá y arreglar las cosas, pero se que es difícil perdonar a una persona que parece hacer las cosas a propósito. N-no soy una mala persona, ni un mal padre.. ni mucho menos una mala pareja, es solo que.. todo fue muy rápido y en ocasiones pienso que el viejo JiMin al que estaba acostumbrado, no puede irse del todo.

JiMin frotó una de sus manos contra sus cansados ojos.

—No hay nada que no haría para hacerte el niño más feliz del mundo, porque tú me haces el papá mas feliz y siempre quiero ser el mejor para ti, pero.. siempre estoy aprendiendo.

—Paapi. —Bae murmuró contra su puño, sonriendo con los ojitos cerrados cuando la atención de JiMin se movió de nuevo a él y una sonrisa parecida decoró sus facciones.

Bae siempre era maligno con la mayoría, pero no con sus papis.

Enserio los amaba, aunque los dos fueran unos tontos.