🐣 DIECIOCHO

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Min Bae llevó su puñito a la boca y observó los rostros de todas y cada una de las chicas locas que acosaban a sus papis.

La chica que le sostenía y en quien sus papis habían confiado para cuidarle, mientras ellos hacían su trabajo, era la misma que se había colado a la primera fila del concierto, con bebé envuelto en brazos.

A Bae le causaba gracia. Realmente lo hacia.

Las orejeras que la loca había puesto en sus pequeñas orejas, le permitían estar más tranquilo al no poder escuchar los gritos y la música alta, además del cubre boca que resultaba muy bueno a la hora de hacerla pasar por otra madre que llevaba a su pequeño al concierto, para tener una posibilidad de que alguno se les acercara.

Seh. Eso también había pasado y su papi mochi se puso histérico en cada ocasión y tras descubrir que se trataba de su pequeño dulce bebé y no de otro.

¡La juventud estaba loca! Y para muestra; su niñera.

Bae frunció su delicado entrecejo cuando vio a su papi moverse así. El bebé casi podía sentir la molestia de su otro papá y lo entendía.

¡Se movía mucho y nadie tenía que ver su bonita y suave piel!

Agh.

Los movimientos de su papi, pronto fueron mas bonitos y el bebé se perdió en todos y cada uno, y en como parecía buscar a su papá Ongi con la mirada.

La chica que le sostenía pareció saltar de un momento a otro y Bae soltó una risita de bebé al encontrarse con la mirada de su tío JungKookie y como este parecía sudar mas de lo normal.

¿Que tenía de malo estar en medio del caos?

"Puff, solo son un par de hormonales."

Pero al parecer eran demasiadas hormonales, ya que cuando su tío Arem le arrebató de los brazos de la loca, los gritos fueron tan altos que las orejas parecieron no ser suficientes y los nervios hicieron que se volviera un bebé llorón.

Uno que terminó en los brazos de su papi mochi y uno que, accidentalmente, desprendió dos botones de su camisita.

"Jiji."

¡Darling! © YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora