¡Darling! © YoonMin

🐣 CINCUENTA

¡Pobre de su papi Diminie!

Bae aprieta los labios, juntando las pequeñas manos mientras observa las marquitas rojizas que su pobre papi trata de cubrir en el área de su cuello, mientras recibe miradas cansadas de su estilista.

La mujer en cuestión, parece al borde el colapso, algo así como también lo estuvo cuando su tío SeokJinnie decidió teñirse solito el cabello y el resultado fue.. bueno, devastador.

—P-pero estoy seguro que si pongo un suéter de cuello alto y..

Y de nuevo, una serie de recriminaciones, malas miradas y un papi cabizbajo.

—Pero estamos en cuarentena. —Papi Diminie insiste, buscando un poco de compresión ante sus travesuras.

Era lógico, debían rociar algo para la araña mala que tanto molestaba a su papi, en lugar de jugar con ella cuando creían que estaba dormido.

Apelando a su buena suerte, Bae busca a su adoración con la mirada y lo encuentra comodamente dormido sobre el sofá suavecito en donde le gusta jugar.

Sonríe travieso, porque mientras su papi pollito esta metido en una buena, su papá DoonGi duerme sin queja alguna.

Queja.. queja..

Entre cierra los ojos ante la palabra, recordando brevemente que su cumpleaños número dos se acerca. No recuerda muy bien su primer cumpleaños, pero su papi le dijo que se veía como un pequeño principito, así como siempre, como solo él podría serlo.

¿Que otra cosa se podría esperar de un bebé guapísimo como él?

Le han dicho que se parece a su papá DoonGi, así que no espera menos de su gran autoestima de..

"Uhmm.. papi, creo que me cagué."

Como si pudieran leer su mente, su papi y la estilista pasan su atención hacia él y a juzgar por la calidez en sus mejillas y por el gruñido de su papá dormido, puede que las papillas le sentaran mal.

Uy, que delicados todos.

—Mi amor, pero que comiste. —JiMin frunce la nariz, luciendo un poco descompuesto.

Bae evita rodar los ojos, tarareando lentamente.

"No se, ¿que me diste?"

Y por esa ocasión, Bae ha salvado a su papi de un buen sermón.