XXII "Gehem"

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"El reloj se habrá parado, las agujas habrán caído y el tiempo habrá terminado para mi"

- Goethe

La habitación estaba iluminada de arriba abajo con imágenes blancas semi translucidas; cada pared y espacio tenía una serie de figuras que se movían y hablaban. No eran más que hologramas transmitidos desde la pequeña caja marrón que Hades le había entregado. Estos destellos se volvían fantasmas, pues esa era la sensación que producían caminando en las paredes, y ella ya no quería seguirlos observando, aunque se obligaba a escuchar todas las palabras que estos decían solo porque en el fondo quería sentirse miserable y acabada.

— "Nunca hemos tenido mejor oportunidad que ahora. Lo he visto todo, he visto un sinfín de llamas ardientes, de gritos y guerreros muertos. Su emblema cayendo al fin tras el sangriento final. El amor es asqueroso, es una debilidad humana, pero nunca me ha parecido tan útil como ahora"

Una docena de cartas abiertas estaban tiradas en el suelo, casi todas tenían la misma letra; ya no le quedaba nada más por leer, de un momento a otro era como si todas las verdades ocultas aparecieran ante ella para atormentarla. ¿Era una estrategia de los Esxpiam? Pensó, ¿sabrían ellos que al ver la verdad podría flaquear al momento de enfrentar a Lucifer? El tablero estaba dispuesto, creía durante tantos años que tenía las riendas, pero ellos habían hecho la jugada maestra, la habían dominado desde que llego al infierno y jamás lo supo sino hasta ahora. Las voces a su alrededor eran como puñales clavándose en su carne.

"Somos el orden en el infierno, el engranaje del reloj para todos estos seres. Cuando lleguemos al trono los demás nos seguirán como debe ser. ¡Lideres! Todos ellos, cuando ella caiga. Cuando todos se vuelvan en su contra y nuestro poder la doblegue, solo entonces la acabaremos – ríen – pasara sus días y noches pudriéndose en una celda mientras los Raazah le arrancan la piel."

Se dejó caer en el suelo, deslizándose por la pared lentamente. Nadie podía verla en aquel estado tan deplorable, tan débil – lo que odiaba – Seguiría siendo la líder al día siguiente, pero ya no estaba segura de cuanto le duraría eso. Debía, quizá, endurecer aún más su corazón y fingir que todo estaba en orden, para que, llegado el momento, Lucifer se encontrara solo con su expresión de indiferencia y crueldad. El trono, el trono que tanto amaba y su preciada corona, ahora tirada sobre el sofá a unos metros de ella. Aun muerto odiaba a Balberith por lo que había hecho, lo odiaba con todas sus fuerzas. Afuera llovía a cantaros otra vez, el agua helada cubría el panorama como lagrimas furiosas derramadas por un tormentoso cielo gris. Había caído la noche una vez más sobre el reino. Solo había dos velas encendidas, ambas sobre el escritorio de caoba; había también un par de anillos con piedras carmesí y un medallón circular de plata, tenía la letra "L"
— Somos extraños engañados.

Solo tenía una larga bata dorada con flores negras, arrastrando por la alfombra sobre la que se sentaba - ambas piernas recogidas y rodeadas por sus brazos cual niña pequeña, huérfana - sintió frío por primera vez, y miedo de estar sola en la inmensa oscuridad tras haberse apagado los hologramas blancos de los conspiradores. Se vio corriendo una vez más por esos viejos callejones bajo la lluvia, corriendo por su vida una vez más antes de encontrar a su única familia. Ya no estaba, "Al final logró abandonarme" pensó, todo lo que había hecho había sido en vano. Red se había esfumado sin dejar rastro alguno y ya no podía ir tras ella. "No puedo seguir poniéndole obstáculos. Ambas fracasamos, somos marionetas. Ellos nos destruyeron a todos" Tenía que hacer algo que no había hecho o siquiera pensado antes, tenía que confiar en los lideres y soldados para ganar.
—¿Qué sigue ahora? —se preguntó en voz alta, con las pequeñas flamas de fuego como únicas confidentes —. Quisiera recuperar todo lo que me han quitado, todo lo que han arrebatado de mi mente y mi corazón... —su voz disminuyo a medida que hablaba, le temblaba el labio inferior —. ¿Por qué...?

Queens of HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora