Capítulo 19

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Capítulo 19: Volviendo a la Ciudad A-1

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Habían pasado dos semanas, Mile se había decidido a volver a la ciudad causante de todos sus problemas para averiguar con quienes su padre tenía contratos y si había alguna información que ayudara. Tal vez referencias, contactos. Lo que fuera.
Había tenido que pedir su boleto de tren con diez días de anticipación para poder ir a A-1 sin que fuera una cuestión de trabajo o por fallecimiento de sus padres.
Lo que más llevaba en sus maletas eran materiales de primeros auxilios, supresores, controlador de aroma, el antídoto de varias drogas y toxinas. La ropa y sus cosas personales iban en segundo lugar.
— ¿Cuándo volverás?— Jade habló con cuidado mientras se acercaba, ayudándolo a doblar lo que quedaba de su ropa. Aún faltaban cinco horas para ir hacia la estación.
—Cuando encuentre alguna respuesta. Además... un periodista me llamó. Hay personas que aún quieren una entrevista con el hijo del fallecido Señor Vryzas. Voy a aceptar la invitación...— explicó sintiendo que sus manos sudaban. No podía evitar sentirse asustado, luego de lo que había pasado en ese hospital sabía que no podía confiar con que todo sería legal, esa sensación de asco y miedo se instalaba en la boca de su estómago pero era hora de ser valiente.
Volvió a erguirse al sentir la mano del alfa sobre su cuello, miró hacia otro lado sintiendo sus mejillas algo sonrojadas.
—No es necesario... Es algo muy egoísta pedirte algo así. — murmuró suavemente mientras dejaba la ropa doblada dentro de la maleta. Jade suspiró y acarició su cabello.
—Si también me marcas voy a estar habilitado a estar en otros tipos de emergencia. Solo será hasta que tu búsqueda haya terminado... No es como que si tuviera pareja de todos modos. Y realmente no quiero que traten de hacerte daño al notar que no estás marcado. — lo había pensado mucho. Las uniones no eran cualquier cosa aunque fueran por un tiempo limitado, pero lo había salvado de casi ser violado solo por una cuota de suerte.
Si era cierta la sospecha del tráfico de bebés...
No iban a dudar en hacerle daño.
Mile se dio vuelta y ambos se miraron a los ojos, sabían que la marca podía desatar el celo, podía ser muy dolorosa si era mal hecha y podía tardar en curarse más de lo normal si se mordía con más fuerza de la necesaria. Ambos eran médicos y habían visto que era lo que podía salir mal las primeras horas de unidos.
—Está bien— el omega aceptó. Jade asintió y se alejó yendo hacia el baño trayendo consigo algunos estuches, de ellos saco dos jeringas y las cargó.
—Si sientes que se está descontrolando mucho puedes inyectarme o a ti, como prefieras. No tengas miedo de ello, son supresores. — explicó más al sentirse nervioso que porque pensara que Mile no lo sabía. Ya había tenido una unión antes y sabía que una vez hechas todo se volvía muy confuso si el celo llegaba a desatarse, su amigo tenía un tren que alcanzar.
Ambos se sentaron en la orilla de la cama, Jade desabrochó su propio abrigo para luego retirar la ropa que cubría su torso. Que alguno tuviera algo cerca del cuello podía hacer la unión más difícil o peligrosa, así que ambos quedaron desnudos de la cintura para arriba.
Mile no pudo evitar abrazarse a sí mismo sintiéndose algo avergonzado, sus costillas se notaban un poco puesto a que solo comía bien cuando Jade estaba en casa, entre sus turnos nunca había sido constante con sus horarios y luego de lo que pasó en el otro hospital le costó volver a comer bien.
El alfa acarició su cabello haciendo que bajara más su mirada hacia sus manos apoyadas en la cama, no podía negar que sabía que después de esto podría estar más tranquilo pero tenía algo de miedo.
—Cuando regreses a tu ciudad deberás comer bien. — Jade palpó levemente las costillas del otro como que si fuera una simple examinación médica, con tacto constante pero no invasivo. Mile levantó el rostro dejando que sus brazos cayeran a sus costados haciendo que apartara su mano, sentía sus mejillas tibias a pesar de que solo hubiera sido una caricia.
El aroma de ambos estaba suave e inundaba el ambiente mezclándose, pero sin tintes de nada aún.
Jade agarró sus manos acariciando la palma del menor con su pulgar tratando de tranquilizarlo, sabía que si se echaba para atrás se lo diría aunque en un principio había sido su idea.
Ambos respiraban despacio, tratando de calmar los nervios para que todo saliera bien. Jade estiró su mano y agarró ambos supresores poniéndolos en la mesa de luz para que pudieran ser alcanzados fácilmente por el omega.
Cuando sintió que él y el menor estaban más calmos se inclinó hacia él besando su hombro con cuidado notando el sobresalto pero Mile no se alejó. Despacio rodeó el cuerpo del otro con sus brazos apoyando levemente su nariz sobre su cuello aspirando notando como las manos del omega sobre su espalda se apretaban más contra él seguramente sintiéndose nervioso.
Volvió a besar su piel acercándose más a su nuca haciéndolo girar un poco entre sus brazos pero sin dejarlo a espaldas a él, Mile apoyó su mejilla en el hombro del alfa mientras temblaba un poco.
—Todo estará bien. Sabemos cómo hacerlo. — Jade murmuró suavemente más para sí mismo que para su compañero antes de morder con fuerza. Cerró los ojos al sentir la sangre entre sus dientes y el quejido de su amigo entre sus brazos que a pesar de todo solo clavó sus uñas en su espalda pero sin mover su cuello.
Mordió un poco más llegando al lugar, sintiendo como una explosión de sensaciones lo atravesaba abrazando con más fuerza  haciendo que sus orejas animales salieran pero luego abrió sus ojos antes de soltarlo y alejarlo de él agarrando sus brazos con sus manos.
Ambos se miraron mientras la sangre se deslizaba desde la herida, algunas lágrimas se escapaban de los ojos del más joven pero las orejas de felino se veían entre su cabello. Jade alzó su mano acariciando una notando el temblor del omega ante eso.
—Mile...— murmuró antes de besarlo con fuerza, el aroma de alrededor era dulce y tentador, no pudo evitarse sentirse completamente satisfecho cuando Mile respondió a su gesto solo dejando escapar un quejido por la herida. Hizo que se acostara sobre la cama profundizando el beso deslizando sus manos por los costados del castaño, sin importarle que la sangre manchara las sábanas.
Se separó dando un leve gruñido apoyando sus manos en la cama para no presionar todo su peso sobre Mile quien abrió los ojos y lo observó jadeante y muy sonrojado. Alzó su cadera presionándola contra la del alfa haciendo que este volviera a besarlo.
Ambos se besaron de manera intensa mientras se frotaban contra el otro, las manos del menor se movían sobre la espalda de su amigo clavando un poco sus uñas.
—Jade...— gimió su nombre excitado llevando sus manos hacia el pecho del alfa, Jade dejó escapar un jadeo y se inclinó sobre el otro lamiendo la mordida mientras estiraba su mano.
Con habilidad agarró uno de los supresores y lo inyectó sobre el brazo de Mile antes de agarrar el siguiente inyectándoselo a él.
Si no sanaban bien la mordida Mile no podría viajar ese día.
Ambos respiraron profundo jadeantes como que si por fin hubieran salido fuera del agua. Jade se levantó en seguida yendo hacia el baño para buscar su botiquín. Mile se tapó la cara con las manos aún acostado en la cama sintiendo dolor en su brazo inyectado y en su cuello.
Podía sentir mucho mejor el aroma de Jade, aún faltaba que él lo mordiera para completar la unión.
—Como lo supusimos prácticamente entraste en celo. — sonrió con algo de diversión pese aún tener una erección antes de acercarse a Mile sentándose a su lado —Ahora la desinfectare y la vendaré. Luego de eso puedes morderme si no sientes mareos o sensación de desmayarte. En ese caso tendremos que ir a una revisión. — explicó en voz alta mientras sacaba las cosas empezando a curarlo. Mile apretó sus manos en puños cerrando los ojos ladeando un poco su cabeza para dejar que hiciera su trabajo pese a que ardía.
Ambos se quedaron callados en el proceso pero se sentían cómodos, el aroma había menguado y ahora solo quedaba la sensación de calidez al compartir una unión aunque esta no estuviera completa.
Cuando terminó Mile volvió a mirarlo, sentía aún esa sensación de querer tirársele encima y besarlo pero agitó la cabeza alejando esos pensamientos que seguramente venían de los extractos del celo que aún quedaban. 
—Ya está. — Jade sonrió dejando que Mile apoyara su frente en él, acarició su cabello sintiéndose algo triste al pesar que pronto ya no estaría ahí. Esperaba que pudiera regresar bien y que lograra encontrar el paradero del hijo de sus padres.
Mile se abrazó con fuerza al alfa antes de morder sin previo aviso su cuello, Jade apretó la mandíbula tratando de no quejarse para no desconcentrarlo. Solo lo abrazó con más fuerza acariciando su espalda.
El omega estuvo más tiempo de lo estimado sobre su cuello pero eso podía deberse a que era su primera vez mordiendo a alguien.
Apenas se alejó agarró las gasas para limpiar, teniendo cuidado con el cuello de Jade mientras lo hacía. De nuevo ese silencio cómodo, donde solo se escuchaba las vendas siendo quitadas de su envoltorio y el líquido salir de su envase.
Sacó un pañuelo de papel para limpiar la sangre de ambos con cuidado pensando que igual forma deberían bañarse. Jade apoyó su mano sobre la de él haciendo que levantara la mirada y ambos se vieran a los ojos.
Ninguno dijo nada mientras se acercaban.
Tampoco hubo palabras entre los besos que siguieron sin explicación.

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—Come bien— Jade le sonrió abrazándolo con fuerza sin querer dejarlo ir, pero el tren estaba a punto de partir y pronto llamarían a todos a entrar.
—Lo haré. Y llamaré cuando pueda. — prometió sonriendo sintiendo también muchas ganas de quedarse. Fuera la unión o no, ya no se sentía tan seguro de irse así que hizo el esfuerzo de soltarse de los brazos del alfa.
Jade revolvió el cabello del menor antes de besar su frente.
—Te estaré esperando. — prometió sonriendo acariciando su mejilla.
Ambos se miraron y volvieron a sonreírse, un ligero cuello alto cubría las vendas y la unión recientemente echa.
—Volveré. — agarró por última vez la mano de Jade con fuerza antes de caminar hacia dentro del tren.
No hubo besos entre ellos como última despedida.
Solo la promesa de volver que esperaba poder ser cumplida.

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Gracias por leer ♥
gardenne

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