Capítulo 25

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Capítulo 25: Salve a un animal silvestre.

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- ¡Adrián Pavotti!- alguien gritó pero no pudo reconocer quien y ni siquiera le importó, sacó su daga mientras seguía apuñalando a cada una de las hormigas que se le acercaban. Tiró a una por el canal que estaba debajo del puente y luego siguió con la que le abalanzó encima.
La herida en sus costillas sangraban profundamente, apenas logró quitarse la nueva hormiga se encima cuando volteó observando a Ockel quien por alguna razón tenía un arma de las hormigas. No pudo decir nada solo sintió la bala impactar contra su pecho y cayó hacia atrás soltando su daga.
Escuchó el grito asustado de Yatziri pero no pudo sostenerse de nada mientras el agua lo cubría, trató de salir hacia la superficie pero el agua entró a su sistema, sintió el fuerte ardor en la nariz y en la garganta haciendo que desesperadamente tratara de encontrar un lugar de apoyo pero el canal con su fuerte corriente lo arrastraba hacia dentro mientras todo a su alrededor empezaba a llenarse de sangre.
Ya estaba completamente bajo el agua cuando lo vio.
Kael le sonreía desde fuera del agua, observándolo con sus grandes y dulces ojos. Estaba vestido de blanco y parecía seguirlo.
Zahir jadeó tragando aún más agua pero no le importó en lo absoluto sintiendo que una gran felicidad lo embargaba. Si no estuviera bajo el agua seguramente varias lágrimas saldrían de sus ojos.
-Sal de ahí. - incluso bajo el agua pudo escucharlo, hizo el esfuerzo estirando su mano de alcanzar la que le tendía a quien más quería ver en el mundo. Pero apenas pudo rozar sus dedos antes de que todo se volviera negro.
Abrió los ojos desorientado, estaba a la orilla del río sentado entre las pequeñas piedras, miró sus manos y luego su torso notando que solo lo cubría un pantalón pero no tenía herida alguna.
-Zahir. - al escuchar esa voz sintió un escalofrío, se levantó rápidamente antes de darse vuelta sintiendo las lágrimas bajar por sus mejillas al ver a Kael parado a su alcance sonriéndole cálidamente. Dio un paso tembloroso y luego algunos más llegando hacia el otro y abrazándolo con fuerza.
No quería dejarlo ir de nuevo. Dio una pequeña risa y no le importó si estaba vivo o estaba muerto, lo único importante era tener a Kael de nuevo en sus brazos.
-Zahir. - volvió a repetir con cariño su compañero acariciando su cabello, dejando que mojara su ropa con sus lágrimas.
-Kael. - murmuró suavemente luego de algunos minutos sin creerlo aún, separándose un poco antes de llevar las manos a las mejillas del que parecía menor. Solo lo miró a los ojos unos segundos antes de besarlo rodeándolo con sus brazos de nuevo, atrayéndolo lo más posible hacia él como tratando de decirle que no quería soltarlo nunca.
Esa sensación cálida se trasladó por todo su cuerpo al sentir que el gesto era correspondido, acarició con cuidado la espalda del otro sin atreverse a preguntar cómo era posible.
¿Era acaso importante?
Se separó para observarlo a la cara, respirando con los labios entreabiertos sintiendo sus mejillas algo sonrojadas al ver la expresión del otro. Kael también tenía las mejillas rojas y acariciaba suavemente sus mejillas con sus pulgares mirándolo como siempre había hecho.
-Te amo. - murmuró suavemente, cargado de todos los sentimientos que había acumulado. Lo había extrañado tanto, le había hecho tanta falta que no podía explicar todo con palabras. Esas dos importantes palabras describían todo su dolor y el gozo que sentía al verlo de nuevo pudiendo abrazarlo.
Kael le sonrió y Zahir se sintió el hombre más feliz del mundo.
-Yo también te amo. - escucharlo decir eso hizo que una sonrisa apareciera en su rostro, sintiéndose tan dichoso aún sin querer entender nada de lo que había ocurrido. Lo abrazó con fuerza sintiendo la calidez del otro contra él, su corazón latía con fuerza y de a poco los latidos de ambos iban sincronizándose.
El abrazo duró muchos minutos, Zahir enterró su nariz en el cabello de Kael suspirando suavemente ante su aroma sin querer separarse un segundo de él.
-Zahir, debes volver. - murmuró suavemente antes de apartarse un poco, alzando su mano para acariciar su mejilla. Zahir inclinó su cabeza contra su mano mientras negaba.
-No quiero. - Admitió -No quiero estar en un mundo sin ti. - susurró mientras negaba con la cabeza sintiendo sus ojos cristalizarse ante la idea de soltarlo. Kael le dio un pequeño beso en los labios que parecía una despedida.
-Estaremos juntos, pero ahora debes volver. La próxima vez... yo agarraré tu mano. - prometió el más pequeño mientras devolvía con fuerza el abrazo. Zahir negó con la cabeza con fuerza y lo abrazó más fuerte tratando de no dejarlo ir.
Iba a decir algo más pero fue callado cuando los labios de Kael se posaron en los suyos, devolvió el gesto cerrando los ojos y abrazándolo más suavemente hasta poner las manos en las caderas de su amor, disfrutando de este preguntándose por un segundo porque no se había atrevido a decirle sus sentimientos cuando pudo.
Abrió los ojos cuando Kael se separó pero no pudo decir nada, sintió como lo empujó y volvió a caer sobre el río. Trató de salir hacia fuera pero solo fue arrastrado hacia en medio de este mientras trataba de gritar el nombre de Kael, sintiéndose completamente angustiado cuando su silueta desapareció de su visión.
- ¡Kael! - gritó sentándose dando un jadeo, miró el lugar sin reconocerlo. Las paredes eran de color gris y había una ventana con cortina que evitaba que la luz entrara a montones, respiró con fuerza sintiéndose abrumado ante todos los olores nuevos.
No estaba en el bosque.
Todo ahí olía a hormigas.
Gruñó con fuerza y trató de pararse pero notó que había algo conectado a él, sin mucho cuidado lo desconectó de su brazo mordiendo con fuerza su labio para no gritar de nuevo. Se paró pero al tratar de dar unos pasos sintió que algo tiraba de su muñeca, miró lo que parecía una pequeña cadena que lo conectaba con la cama.
- ¡Agh!- exclamó tratando de soltarse pero sin poder, sentía dolor en sus costados pero trató de ignorarlo mientras trataba de averiguar cómo sacarse lo que lo aprisionaba.
Luego de varios minutos volvió a sentarse en la cama notando que a pesar de todo había algo extraño en él, alzó su mano libre llevándola hacia su cuello dando un jadeo al notar que no tenía la marca de unión. Estas no se borraban ¿Por qué no la tenía?
-Despertaste. - alzó la mirada al escuchar la voz gruñendo con fuerza, la hormiga venía vestido con ropas extrañas y parecía no traer armas pero no debía bajar la guardia. Tal vez lo querían para obtener información como ellos habían retenido a Ockel.
Ockel... cerró con fuerza los ojos tratando de recordar desesperadamente que había ocurrido con el grupo que había prometido cuidar. Habían sido descubiertos por las hormigas, los habían atacado antes de llegar a los alambrados, justo en los puentes que estaban sobre el canal que no estaba la primera vez que fue.
Pero Ockel le había disparado.
¿Había muerto unos minutos y por ello su marca se había borrado?
Abrió los ojos de pronto al escuchar los pasos del omega extraño y gruño lanzando un golpe con su mano haciendo que el joven retrocediera.
-Mi nombre es Mile ¿Logras entenderme? ¿Eres extranjero? - el chico levantó las manos mientras hablaba, Zahir notó que la contextura del chico era delgada y si tuviera ambas manos podría reducirlo con facilidad. Podía entender lo que decía pero no sabía si fingir no saber lo ayudaría o, en cambio, le dificultaría el escape.
Mile se removió en su lugar poniendo las manos tras la espalda, Zahir se tensó esperando que sacara algún cuchillo pero el más bajo solo se quedó en esa posición mirándolo a los ojos.
-Tu marca... se borró. Lo lamento por eso, algunos de los medicamentos que tuve que suministrarte tenían como efecto secundario borrarla, además de que esta estaba mucho menos profunda ya que estuviste muerto unos segundos.
Estuviste tres días inconsciente.
Mira yo... no sé si me entiendes. Pero... ¿Cómo llegaste a ese canal? - el omega acercó una silla sentándose a unos metros del alcance de Zahir. Este lo notó y sonrió un poco mientras observaba el lugar y luego nuevamente al otro.
-Me dispararon. - murmuró al fin luego de varios segundos. Sabía que no podía confiar en ese chico aunque tuviera aspecto de persona buena, pero podía tantear como reaccionaba ante partes de información.
Nunca lo llevaría con la manada ni le diría sus maneras y tácticas de defensa.
- ¿Quiénes? - preguntó suavemente mirándolo con curiosidad.
-Los guardias de VWE-223- Zahir recordó al pequeño Libre sintiendo una pequeña opresión en el pecho. Le habían grabado eso a un niño pequeño y seguramente a todos los que mantuvieran cautivos ahí.
Mile se levantó sorprendido.
-Es una instalación de la industria alimenticia. - murmuró apretando los labios recordando como esa mujer se había desplomado contra él una vez que las balas la alcanzaron. Tragó con fuerza al notar que el chico no le dijo nada más. No podía simplemente contar todo su plan a un extraño pero tal vez él sabía cosas que él no y podrían ayudarse. - ¿Cómo te llamas? - preguntó volviéndose a sentar.
-Zahir. - murmuró por la bajo pensando que saber su nombre realmente no le iba a servir a la hormiga, no creía que fuera de esas que los atacaban o lo hubiera reconocido como un salvaje y no lo habría salvado.
-Bien, Zahir ¿De qué ciudad provienes? - casi quiso reír al escucharlo pero no lo hizo ¿Las hormigas no reconocían a alguien que no fuera de su colonia? ¿O acaso eran tantos hormigueros que no podían reconocer cuando era una de las suyas y cuando no?
Notó como el joven frunció ligeramente el ceño, tal vez al notar su sonrisa algo burlona que le había salido por casualidad.
-No soy uno de los tuyos, hormiga. Si vas a matarme hazlo de una vez, si no suéltame. - gruñó tirando levemente de la cadena que lo mantenía unido a la cama. Quería saber si alguien había quedado del grupo y si habían logrado escapar, y si no, cuantos quedaban con vida atrapados de las hormigas y así ayudarlos a escapar.
- ¿Hormiga? - el chico de ojos claros pareció confundido lo que hizo que Zahir entrecerrara levemente los ojos.
-Sí, hormiga. Tienen sus hormigueros por todos lados y tienen sus caminos con esas cosas motorizadas, y los lugares que no son hormigueros los utilizan como prisiones para seres tan inocentes como niños.
¡Dime! ¿Por qué hacen eso? ¿Por qué les graban en su piel un estúpido nombre? ¿Por qué los golpean, maltratan y violan? ¿¡Que tienen dentro de VWE!? ¿¡Cuantas personas!?
No sé cómo mierda duermen por las noches sabiendo que una madre es capaz de matar a su hijo para que no sufra la pesadilla que ella está viviendo. - explotó simplemente sin poder contenerse. Tal vez ese "Mile" tenía respuestas, tal vez no lo dejaría salir nunca de allí luego de escucharlo gritar pero quería saber.
En un arranque, quería saber la verdad aunque no saliera vivo para contarlo.
Notó el rostro horrorizado del omega y no supo cómo tomárselo. Lo vio pararse y respirar profundo antes de que se acercara un poco más, Zahir dejó salir sus orejas de zorro gruñendo con fuerza lanzando una mordida cuando Mile trató de acercar su mano a él pero pudo quitarla a tiempo.
Ambos se miraron unos segundos antes de que Mile volviera a hablar.
-Eres un salvaje. Creí... creí que no eran reales. Que solo eran una excusa de todo lo malo que pasaba. - susurró bastante bajo, Zahir volvió a gruñir ya que eso no le respondía nada. Luego notó como el otro alzó su mirada de nuevo y su rostro se veía algo enojado. -Yo trato de averiguar que pasa dentro de las puertas de VWE y si tienes razón, hay que buscar la manera de probarlo. Pero para eso deberás contarme como lo sabes.
Están robando bebés herbívoros de hospitales y se los llevan para jamás regresar. - explicó. No sabía si Zahir estaba loco o era confiable lo que decía, pero si había algún hilo que tenía algo de sentido debía seguirlo porque opciones de como averiguar que sucedía se le estaban acabando.
- ¿Solo herbívoros? ¿Por qué? - Zahir preguntó extrañado mientras parpadeaba, recordaba que la mujer y el niño encontrado eran herbívoros, pero no sabía si el bebé lo era.
-Por qué ellos están extintos. - Mile volvió a sentarse observando al otro, tratando de analizar al extraño.
-Hay miles de herbívoros en el bosque.

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Graciaw a quienes leern!
RumikoHatsune
gardenne

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