No Es Simple Acoso

Capítulo 64

TN lo miró confundida. Sin embargo se resignó a controlar su coraje de lo que sea que Alonso le dirá.

--Está bien. Te lo prometo.

--Hoy podrán tú y tu mamá volver a su casa, de hecho ella ya sabe todo, la sorpresa es para ti.

--¿Qué sorpresa?

--Duu. Es una sorpresa --se burló --Solo te lo digo ahora para que después no me estés jodiendo. Tu madre me lo permitió.

--Amm.Ok --dijo poco convencida.

--Te lo dije en serio.

--Sí, te creo.

--No. Digo que te dije en serio que te quiero. TN, te quiero --dijo serio.

TN sólo lo miro, aún confundida. Si no pudo creerle antes a Villalpando que gustaba de ella, mucho menos iba a creer que la quiere. Aunque, si lo pensaba bien, él ha hecho demasiadas cosas por ella. Aquella primera vez que la salvó de que unos bastardos se aprovecharan de ella. TN sonrió al recordar todos los momentos que ha pasado junto a él, era como un guardián. Pero ella no quiere quererlo, no quiere que la lastime, que la humille, que se burle de ella, no quiere confiar en Villalpando aunque algo dentro de su corazón le grita todos los días que se de la oportunidad de dejar de ser tan fría y empiece a quererlo. Es difícil.

--También te creo --murmuró TN con miedo. Con poca seguridad pero al mismo tiempo le gustó decirlo. Le gustó darle la oportunidad de seguir protegiéndola.

Villalpando sonrió enormemente y sostuvo la mano de TN. Luego la otra mano se la llevó al bolsillo de su chaqueta y sacó aquella divertida foto. TN al verla abrió los ojos con sorpresa y vergüenza al mismo tiempo.

--¿Por qué tienes tú esa foto? --y la tomó viéndola con pena.

--Tu madre me la regaló --rió --Te ves demasiado tierna.

TN le lanzó una mirada amenazante pero no logró nada, el castaño seguía riendo.

--Dámela --tomó la foto el castaño --Ahora es mía.

--Será mejor que nadie la vea,Alonso. ¿Entiendes? --amenazó.

--Por supuesto.

Al final los amigos decidieron volver a la fiesta, al salir del aula un escalofriante viento arrasó sus rostros y todo el cuerpo haciendo que TN comenzase a temblar de frío.
Alonso lo notó y le prestó su chaqueta, un gesto muy caballeroso, esta olía a un peculiar y dulce perfume de hombre y algo de alcohol que accidentalmente Alonso derramó en ella, era muy calientita y cubrió lo suficiente a TN para que dejase de temblar.