Una semana después, volví a despertar antes de que sonara la alarma. Cada que me acostaba con alguna preocupación despertaba antes de que soñara. Me levanté lo más rápido que pude.
Al mal tiempo darle prisa.
Me arreglé rápidamente e intenté desayunar porque tenía tiempo de sobra, pero estaba tan estresada por todo, que no logré comer nada, de igual forma muy pocas veces lograba desayunar temprano.
Mis papás no estaban así que dejaron una nota y dinero para que comprará el desayuno en el colegio, lo tomé y me fui. Sentí de nuevo la misma sensación de pesadez al salir de la casa igual que la semana anterior, pero esperaba equivocarme.
Rogué a Dios que no pasara nada intenso y apresuré el paso al colegio. Llegué tan temprano que fui la primera en entrar al salón. Dejé mi bolso sobre el asiento y caminé en círculos por un rato hasta que logré calmarme.
Las palabras de Marcos resonaban en mi cabeza, pero al tener a Rafa de frente dudaba si de verdad podría decirle que ya no quería seguir saliendo con él. Al cabo de un rato hicieron el llamado para cantar el himno, me formé, lo cantamos y seguimos de camino al salón, de verdad no quería toparme con Rafa todavía. Gracias a Dios la profesora no demoró en llegar.
Al terminar la primera clase, llegó el siguiente profesor y así mi mañana pasó volando. Cuando sonó el timbre para salir al receso fui al cafetín y logré medio comer, sentía que Rafa llegaría en cualquier momento y no podría comer más nada. Por suerte no llegó y comí tranquila dentro de todo, pero mi suerte no duraría mucho. Cuando iba de camino a mi salón me encontré con él de frente.
«De esta no me salvaba nadie».
Como pude me acerqué a él y le di un besito. La incomodidad que había en el aire se podía cortar con un cuchillo. Me acompañó al salón y aprovechamos que no había nadie para hablar.
Honestamente, nunca había sido buena para ese tipo de situaciones, no sabía cómo manejar el estrés y además soy de ese tipo de personas que les daba por reír de los nervios. Si llegaba a reírme delante de él, sería horrible. Así que, me armé de valor y lo dije todo de una vez, lo hice lo mejor que pude.
─Rafa de verdad lo estoy intentando, pero me es difícil continuar contigo ─expresé con honestidad. ─Me gusta alguien más y aunque él no está cerca, en mi corazón no hay espacio para nadie más. De verdad, lo siento mucho Rafa. No quiero lastimarte. No me parece justo y no te lo mereces, pensé que si podía, pero...
─Wow ─ exclamó sorprendido. ─Gracias por tu sinceridad. Valoro mucho eso, es mejor ahora y no más adelante, ¿cierto? ─hizo una pequeña pausa e intentó hasta ser gracioso.
De verdad me dolía lastimarlo de esa forma.
─¿Lo conozco? ─preguntó con un tono de voz firme y escrutándome la mirada.
Jamás esperé esa pregunta.
─No creo Rafa, no es de aquí. Lo conocí hace muy poco, pero el corazón no elige de quién se enamora.
Sentía que debía serle sincera, se lo debía.
─Él sí supo llegar a ti, pero tienes razón, el corazón no elige de quién se enamora─. Hizo una pausa que sentí eterna y luego interrumpió nuestro incómodo silencio. ─Bueno, supongo que eso es todo.
─Lo siento Rafa.
─No te preocupes, estamos bien Natie. Nos vemos por allí.
─Ok Rafa ─dio media vuelta y lo vi partir.
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Malditos Recuerdos (Saga Recuerdos #1)
RomantikEsta es la historia de Natalie, una joven común que no cree en el amor, pero la vida es caprichosa y se encargará de sumergirla en un triángulo amoroso entre dos chicos. Las confusiones estarán a la orden del día y no le permitirán decidirse por uno...