Malditos Recuerdos (Saga Recuerdos #1)

Capítulo 39 Noche Buena

Amanda (Madrina de Natie)

Apresuramos a Erick para que saliera y se sentará con Natie y Marcos en el recibo a vigilarlos mientras nos terminábamos de arreglar, pero él se molestó y nos encaró alegando que él no era el niño de hace dos años atrás que hacía lo que todos le pedían. Estaba cansado de que lo vieran como el necio y curioso de la familia. Nos dió la espalda y salió, sí, pero no a sentarse a vigilarlos sino a casa de los vecinos.

No solo yo no estaba a gusto con su presencia, a Guillermo tampoco le hacía mucha gracia. No había que ser muy inteligente para darse cuenta que Natie estaba enamorada de él, esa repentina ruptura con Rafael, tenía su nombre y apellido, de eso no había dudas.

No me gustas para nada Marcos. No me gustas para Natie y no me gusta lo que puedes hacer de ella si me descuido, así que, será mejor que mires hacia otros horizontes si sabes lo que te conviene -sentenció.

Natalie

Todo parecía ir bien, estábamos conversando en el recibo, mi hermano nos dió espacio a pesar de que sabía que lo habían enviado a molestarnos.

La tensión se sentía en el ambiente, pero, Marcos era diferente, él en realidad los molestaba a casi todos, por no saber cómo molestarlo y correrlo. No podía negar que me encantaba que él les hiciera resistencia y no cediera ante sus exigencias por mí, pero temía que le hicieran algo o mi papá montará un show.

«Mi casa era como la de Willy Wonka, y no por lo dulce, sino todo lo contrario, todo podía pasar».

Cuando ví llegar a mi papá su cara no mostró agrado ante la presencia de Marcos, estaba súper molesto.

Mi mamá y mis tías al ver que las intenciones de Marcos eran quedarse toda la noche intercedieron por él para que se quedará a cenar con nosotros. Mi papá intentó hacer un berrinche.

−¿O es él o soy yo?− protestó cuando salía de la cocina con dos cervezas más, una para mi None y la otra para mí. La voz de mi abuela retumbó en toda la casa deteniendo la discusión en seco.

−¡Esta es mi casa y aquí mando yo, carajo! Ese muchacho no le está haciendo nada a nadie. Además, él está de visita y Desire invitó a los extranjeros, uno más no afectará en la mesa. ¡Déjate de niñerías! Estas demasiado viejo para la gracia −sentenció.

Mi abuela era bastante tranquila, pero cuando se molestaba era de armas tomar. No sabía cómo interpretar su actitud, por el momento me beneficiaba, aun así, debía estar atenta.

Marcos

Ví a mi muñequita de nuevo salir de la cocina con dos cervezas en sus manos y una sonrisa gigantesca en su rostro. Al parecer pasó algo bueno, no quise preguntar, su sonrisa era suficiente. Acepté la bebida y brindamos por nosotros, porque se repitiera otro encuentro como este.

Luego de brindar, mi mamá llamó y me aparté un poco para contestarle. Estaba visiblemente molesta porque había preferido pasar la Navidad con mi muñequita, y no quise que me dañará la noche con su cantaleta. Le aseguré que estaba bien y se quedó más tranquila.

Cuando terminé de hablar con mi mamá noté que todos estaban sentados afuera esperando a Erick para servir la mesa y el papá de Natie estaba molesto o incómodo.

Ella me había dicho que su papá cuando tomaba se transformaba, así que, estaba alerta, esta vez no dejaría que emitiera ningún comentario hiriente hacia mi muñequita.

Natalie

Cuando mi hermano llegó me llamaron para ayudar a servir la mesa y fuí con el alma en un hilo, pues mi papá no tenía muy buena cara. Le hice señas a Erick y al ver mí reacción se quedó afuera haciéndole compañía y yo pude relajarme.