Malditos Recuerdos (Saga Recuerdos #1)

Capítulo 40 Algo Más

Esta canción me encanta y a parte de llamarse así el capítulo le va genial a estos chicos 😍😍😍

Natalie

Realmente quería irme, solo Dios sabe que sí, pero tenía miedo. Él lo notó y dejó pasar el tema. Estuvimos hablando sobre su despedida y lo que haríamos en caso de no darse mi plan, pero de verdad por dentro rezaba para que se diera.

«None si pudieras ver dentro de mi corazón o mis pensamientos, sabrías que no hay ningún rincón en el que no estés. Haría lo que fuera por estar juntos y mantenernos juntos siempre.

¿Será normal amarte así? Me cuestioné. Sonará loco, pero sentía que el sentimiento era mutuo, él haría cualquier cosa por nosotros también».

En mi mente estaba creando los mil y un planes para poder acompañarlo, esta vez solo dependía de mí. Hablamos un poco más y cuadramos los detalles para el día de mañana. Luego se hizo tarde y tuvo que irse a descansar para estar listo para el viaje.

El tiempo se nos pasó tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya se tendría que regresar a Caracas.

«Ahora entendía cuando decía que me quería secuestrar, en este momento era lo que quería, secuestrarlo para tenerlo conmigo siempre».

A la mañana siguiente, hice mi magia. Le escribí a Mery para que pasara por la casa y me pidiera permiso para ir a Punto Fijo juntas con cualquier excusa. Mi mamá accedió no sin antes hacernos las mil y una preguntas para verificar la información y la coartada de ambas.

Después de ese chequeo macabro, pruebas y demás me fuí a dar un baño. No podía estar lista porque se darían cuenta y en los programas de televisión de criminalistas y detectives, todo dependía de los detalles.

Hice todo lo que acostumbraba para que no se me notaran los nervios, ni sospecharan de otra cosa y salimos rumbo al terminal.
Al llegar allí le escribí a mi None y ultimé detalles con Mery y se fue a su casa.

Por otro lado, mi None llegó y rentó un taxi para que nos llevara a Punto Fijo, el auto no tenía pinta de taxi, más bien parecía un auto familiar. Él también pensó en todo. Me evitó el estrés de encontrarnos con gente indeseable y se nos dañará el día. «Te amooooo uffote None».

Nos montamos en el auto y nos sentamos los dos juntos en la parte trasera. Estaba nerviosa a morir, temblaba de los nervios, pero estaba más que feliz. Había logrado escaparme un ratico con mi None.

Para mi sorpresa él se iba por escala, de esa manera podríamos estar un rato más juntos. Estuvimos todo el camino conversando, abrazándonos y dándonos muchos besitos. Cuando llegamos a Punto Fijo, no sabíamos muy bien qué hacer, así que pasamos por casa de mi prima Valentina.

Allí estuvimos un rato y luego nos fuimos al Centro Comercial Las Virtudes. De la nada las cosas empezaron a subir de tono y surgió la idea de irnos a un lugar más privado, pero no pude, estaba muy nerviosa, si quería, pero no estaba preparada para dar ese paso.

Las ganas estaban, si que estaban, nadie más que él me encendía como una antorcha humana, pero no estaba lista.

Marcos

Luego que le hice la propuesta de irnos a otro lugar me arrepentí. Su gesto reflejó incertidumbre y no quise confundirla ni incomodarla. Habíamos avanzado mucho desde que fue a Caracas. Ella era más abierta conmigo y me confiaba más cosas.