Capítulo 115

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Narra Fabio

Esto era el colmo, vi con mis propios ojos como _____ita sin reparo ninguno le tiraba los trastos a Tom delante de mi cara y este riéndole las gracias, si esta mañana casi me mata por meterme con él.

Flashback

El primero en bajar a desayunar de los dos fui yo, no tardó mucho en alcanzarme claro que mi madre llamándolo cada diez minutos para que se levantara hizo efecto. Venía con una cara de zombie monumental, a lo que no pude evitar reírme.

Tom: jo Martine, quería dormir

Martine: hace muy buen día como para que estéis durmiendo hasta tarde

Tom: ¿qué más da? Si es domingo

Martine: muy buen día para que aprovechéis y hagáis algo-mirándonos a ambos

Fabio: ahora sabes lo que se siente

Martine: desayunad-desapareció de nuestra vista

Tom: no le veo el chiste

Fabio: a mí me hace lo mismo, todos los días

Tom: estás acostumbrado

Fabio: tranquilo hombre, en cuanto te lo haga diez veces a la undécima no protestas

Tom: tú protestas cada mañana

Fabio: por eso mismo te lo digo-me seguía riendo pero no era queriendo, me salía la risa sola

Tom: ¿pero de qué te ríes?

Fabio: de ti. A ver si entra en solidaridad y también te despierta a ti a gritos

Tom: que chistoso estás

Fabio: siempre. Bueno cambiando de tema, ¿qué tal estás enamorado?

Tom: ¿perdón?-casi se atraganta con la leche

Fabio: que qué tal estás

Tom: lo siguiente

Fabio: ¿enamorado?

Tom: sí, cállate

Fabio: o sea que sí lo estás

Tom: no es asunto tuyo-contestó enfadado

Fabio-¿por qué reaccionaba así?- resulta que si ligas en mi casa si es asunto mío

Tom: no traje a ninguna a casa

Fabio: sólo faltaba, te lo advertí nada de chicas en MI casa

Tom: no es TU casa, es la casa de TUS padres

Fabio: lo mismo es, son MIS padres

Tom: déjame tranquilo-obvio que no

Fabio: qué bonito, Tomy enamorado

Tom: no me llames así

Fabio: vale, Tom in love, ¿cómo te sientes?

Tom: con ganas de darte una torta como no te calles

Fabio: error, hasta te noto más cariñoso y todo-dije poniendo morritos

Tom: tú sigue, que hasta que lleves no paras

Fabio: pero que poco sentido del humor, enamorado

Tom: ¿qué se siente cuando la que te gusta pasa de tu culo?-a veces pasa de capullo

Fabio: primero la tengo que encontrar-dije mirando para otro lado

Tom: seguramente

Fabio: desayuna-todavía no había empezado

Tom: aplícate el cuento

Fin del flashback

Claro que las discusiones con él siguieron, hasta que mi madre me llevó con ella a buscar el pan con tal de no oírnos más. Volviendo a lo sucedido hace poco, ¿cómo se atreve a hacerme esto? Se supone que le gusta la hermana no la pequeña, el mal amigo.

Fabio: esto es el colmo, ¿cómo te atreves?

Tom: no hice nada

Fabio: dejaste que te guiñara el ojo tan feliz, ¿te parece poco?

Tom: si tanto te molesta díselo a ella, no a mí

Fabio: mal amigo, eso no se hace-acto seguido cerré la puerta de mi habitación de un portazo

Tom: ¿Decías qué no has encontrado a ninguna chica que te llame la atención?

Fabio: exactamente, no la hay

Tom: uy, que no

Fabio: que no

Tom: mientes muy mal

Fabio: NO HAY NADIE

Tom: haré que me lo creo

Fabio: que me dejes tranquilo

XXX: ¿qué son esos gritos?-era la voz de mi madre

Fabio: nada

Martine: ¿cómo que nada? Si se os escucha en la calle

Tom: es él, yo estoy hablando en tono normal

Martine: jovencito estate quieto

Tom: au, au-voy a deducir que le estaba tirando de las orejas

Martine: para ti también hay, abre la puerta ahora mismo

Fabio: no quiero

Martine: que la abras, YA

No me quedó más remedio que abrir, por lo que inmediatamente me cogió con la mano que le quedaba libre de la oreja y nos llevó a los al sofá, sin darnos tiempo de protestar. Nos sentó como a los niños pequeños.

Martine: ahora mismo me vais a decir que os pasa. Lleváis el día discutiendo

Tom y Fabio: es él-señalándonos mutuamente

Martine: os doy otra oportunidad. ¿Qué pasa?-suspirando

Tom: fue Fabio, el que gritó como un poseso

Fabio: la culpa es tuya

Tom: ¿culpa mía? No hice nada, culpa tuya por ser tan idiota

Fabio: no me insultes

Tom: pues para de decir tonterías

Fabio: aplícate el cuento

Martine: que PARÉIS. Me tenéis harta, de aquí no os movéis hasta que os calméis

Fabio: pero mamá

Martine: ni mamá ni leches. Al primero que se le ocurra levantarse se las verá conmigo, avisados estáis-mirándonos a ambos- y se me ocurren muchos castigos, por ejemplo limpiar el garaje, pintar la cocina, nada de salir con el coche/moto

Tom: mensaje captado

Martine: pues reflexionad

Claramente que no se fiaba de nosotros, por lo que la puerta de la cocina estaba abierta. Lo peor de todo es que la veo capaz de castigarnos si no arreglamos este asunto. 


Nuevo capi! Estos dos avisados están, el que avisa no traiciona

Alcanzando metasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora