Capítulo 97

215 13 10
                                    

Narra _____

Llevaba una semana en Alemania con mi padre, su nueva "novia" y la familia de esta, no aguantaba más, quería volver con mi madre y Lore, esto era una tortura. El primer día aparentemente fue bien, el problema vino los días siguientes cuando mi padre se marchaba a trabajar toda la mañana, se me hacía muy larga. Me dejaba sola con la odiosa, así la llamaré al partir de ahora. Es que no la tragaba, rubia de bote, operada por todas partes, encima me miraba con muy mala cara cada vez que podía, intentaba decírselo a mi padre aunque era hablar en vano puesto que según él "exageraba", "no era para tanto". No lo es para él que no la ve, y que las apariencias engañan. Cuando está él es la mujer más educada del mundo, en cuanto se gira me pone muecas. Llamaba todos los días a mi hermana pidiéndole por favor que me sacara de aquí a la de ya pero no podía hacer nada, era la única con la que me podía desahogar a gusto ya que se imaginaba por dónde van los tiros, a mi madre de momento no le dije nada para no preocuparla, al menos más de lo que ya estaría. Mañana vuelta a casa, espero no tener que volver a este lugar, lo veía difícil.

Padre: _____ hoy vamos a comer a casa de mis suegros, prepárate-genial día de Reyes, me cago en el día en el que el juez dictó la sentencia compartida

_____: ¿tengo que ir?

Padre: si

_____: jope

Padre: sé que no quieres pasar mucho tiempo con ellos pero te prometo que después de comer nos vamos a donde quieras

_____: ¿al aeropuerto?-pregunté entusiasmada

Padre: _____ita

_____: nada, eres mi padre. Eso no va a cambiar pero la bruja esa no para de intentar fastidiarme

Padre: tenle más respecto, que puede llegar a ser tu madrastra

_____: ya tengo una madre y gracias a Dios no es ella

Padre: yo la quiero

_____: me alegro por ti

Padre: quien sabe, quizás en un futuro formalice la relación-esto no me puede estar pasando, ¿qué te hice mundo?

_____: está bien, ya me cambio-no quería seguir oyendo estupideces

Tardé todo lo que pude, como no, estaba esté señor para meterme prisa puesto que había quedado con ellos en el restaurante más caro de Berlín a las dos y llegábamos tarde. Estos estaban allí esperándonos. Los "suegros" eran clavados a la odiosa, se notaba que son familia.

Carla-la odiosa-: llegas tarde

Padre: perdón, nos despertamos no hace mucho-se le dio por encubrirme, cosa rara

Carla: ¿la niña también come con nosotros?

_____: si quieres como sola

Carla: no mujer, si hay sitio de sobra-apretando los dientes

Suegro: no nos han presentando, soy Juan el padre de Carla y esta bella dama de mi lado, Alexia, mi mujer

Alexia: encantada-parecían más educados que la hija

_____: encantada-les tendí la mano

Juan: ¿comemos?

Padre: por favor

La comida transcurrió lenta, ellos hablando de sus cosas, Carla mirándose al espejo que llevaba en el bolso cada dos por tres, por si se le borraba el maquillaje y yo en mi mundo, sin prestarles atención. Hora y media después, que se me hizo eterna veo como levantan las copas como si fueran a brindar. ¿Qué me había perdido?

Alcanzando metasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora