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Bae dio saltitos por su habitación y se quedó en su sitio en cuanto escucho un ruido extraño al otro lado de la habitación.

Como toda cotilla profesional no tardó en apoyar la oreja sobre la pared, con la intención de averiguar que demonios estaba sucediendo con su compañero de piso.

-Mmh...

Bae se tapó la boca e hizo el intento por no echarse a reír allí mismo. Los balbuceos de Rubén eran algo digno de un chiste, sonaba como si le estuvieran dando balonazos en sus partes más bajas.

-Joder... sí...

Y ella lo sabia perfectamente, Rubén había descargado otro de esos vídeos guarros de Internet.

-¡La otra vez escuche que los hombres pueden morir por una paja!

Los ruidos al otro lado se detuvieron ante el grito de Bae.

-¡Deberías mastubarte con más precaución, no quiero que mueras! ¡¿Cómo voy a poder pagar yo sola el alquiler si te mueres?!

Escucho pasos acelerados y un portazo. Bae se apoyó contra la pared con una pequeña sonrisa sobre sus labios y espero paciente hasta que Rubén se asomó por su habitación.

-¿Puedes taparte el parajito correctamente? Me está saludando y todo.

Las mejillas de Rubén se tiñeron de un rojo fuerte y se miró el pantalón de chandal.

-No se está asomando nada-contestó avergonzado al ver la mueca burlona de su amiga-. ¡Ni siquiera me estaba masturbando!

-¿Y que hacías entonces? Parecía que si lo estabas haciendo...

-Solo veía el nuevo tráiler de Avengers.

Aquello fue vergonzoso para los dos.

-¿Te ponen los trailers de superhéroes? Eres muy rarito, Rubén.

-¡Solo estaba emocionado, Bae! Dejame vivir.

-Afedo camate pofavoh.

[Rubius Imaginas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora