[Rubius Imaginas]

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Bae se quedó mirando a la nada, analizando lo enorme que se estaba poniendo con el pasar de los meses.

—Eres preciosa—soltó Rubén al verla mirarse frente al espejo. 

La chica desvió la mirada y le sonrió de lado, le maravillaba lo atento que era su novio cuando sus inseguridades salían a flote. Rubén se coloco tras su espalda y paso los brazos al rededor del cuerpo de Bae. para después dejar un cálido beso sobre su hombro.

—¿Cómo pudo pasar seis meses tan rápido? Mírame la barriga. 

Los ojos del ahora rubio brillaron con intensidad, producto de la emoción de ver a su hija crecer poco a poco. ¡Era una niña! Cuando Rubén supo la noticia se puso a llorar como un autentico bebé, Bae lo consoló todo el día. 

—Es un pokemon, amor, cada día evoluciona más. Va a ser la niña más preciosa del jodido mundo. 

Los ojos de ambos se encontraron en el espejo, sonrieron  tras darse un besito y volvieron a conectar miradas. 

Ese par de locos se amaban con locura.

La familia Doblas aumentaba.