[Rubius Imaginas]

028

Bae miró de reojo a su novio y se removió incomoda sobre el sillón. ¿Cómo no podía ir al baño en paz? Se preguntaba sin dejar de observar a Rubén, el cual estaba en directo y la había invitado a participar por petición de sus suscriptores. Bae siempre decía que nada como cagar en su propia casa, sin que nadie la molestase ni oliese sus desechos. Pero ahora que tenía novio con el que pasaba la mayoría de su tiempo y en su casa, raras veces podía ir al baño con tranquilidad.

—¿Me estás escuchando, chiquilla?

Bae salió de su ensoñación y fingió una sonrisa ante su falta de atención. La tripa le rugía del dolor e hizo una mueca que delataba su estado. Quería correr al baño y encerrarse hasta que envejeciera, pero debía esperar para poder irse a su casa sin levantar sospecha. La noche concurrió con normalidad pese a la descontrolada barriga de Bae.

Rubén se despidió del chat con una enorme sonrisa y les prometió hacer otro directo al día siguiente.

Tras eso se escuchó como un pedo se escapaba de parte de Rubén.

Bae parpadeó varias veces y abrió los ojos como platos ante la flatulencia de su novio.

—Lo siento, querida, llevaba atascado desde la última media hora.

Bae se carcajeó ante la poca vergüenza de su novio.

—¿Por qué eres así? Dime tu secreto.

—¿El qué?—preguntó extrañado.

—Tirarte pedos en mi presencia, duh.

—Supongo que es la confianza—respondió con honestidad y una pequeña sonrisa colgaba de los labios del mayor—y es algo natural, Bae.

—A mi me da vergüenza la verdad.

—¿Por qué?

Ella se encogió de hombros sin lograr entender por que lo sentía como un gran tabú.

—No hay respuesta para eso.

—Puedes tirarte pedos, Bae, eres humana. Tirate uno ahora mismo si quieres.

Bae hizo otra mueca de disgusto ante el apretón que le había dado su estómago

—Si me tiro un pedo ahora mismo, te apuesto que me cago encima.

Rubén no pudo evitar las carcajadas descontroladas y ayudó a una Bae temblorosa a llegar al baño con las últimas.