El último verano - PAUSADA -

D I E C I N U E V E

Había pasado una semana desde el concierto al que me había llevado Felix, o sea, una semana desde nuestro primer beso y de cuando se puso idiota y egocéntrico conmigo, sin contar el hecho de que de verdad me dejó tirada en el medio de la calle. Ya sé que yo se lo pedí, pero él ni siquiera llamó para preguntar si había llegado viva a casa. Eso me dejaba más en claro que en realidad, yo no le importaba una mierda.

Luego de hablar con papá, me sentí un poco mejor, pero solo un poco. Media hora más tarde llegaron todos del supermercado y Carly y Kate me atacaron a preguntas acerca del concierto, y acerca de Felix. Les respondí que había sido genial, les conté que conocía a Ashton y a Luke, y ambas casi se desmayan, sin contar cuando les mostré la foto.

Se pusieron felices (y muy celosas), y me preguntaron un poco más acerca del concierto, qué canciones tocaron y cómo estuvo el público. Todo iba bien, yo estaba pasando un buen rato, hasta que, claro, llegó el momento en que me preguntaron por Felix.

Ambas notaron que mi rostro cambió completamente y sus expresiones se volvieron más curiosas que antes. Meneé la cabeza de un lado a otro, debatiendo conmigo misma si debía contarles toda la historia.

- Lo besé. – dije al fin, diciéndome a mí misma: ¿Por qué no iba a contarles?

Los ojos de ambas se abrieron como platos, y mientras Kate repetía ¨lo sabía, era obvio¨, Carly no dejaba de dar pequeños saltitos de emoción sentada sobre la cama. Pero la felicidad y emoción de ambas no duró demasiado, debido a que vieron la exasperación de mi rostro.

- ¿Y luego? – preguntó Carly -, ¿Por qué traes esa cara? ¿Qué te hizo? – saltó, poniéndose derecha y alzando la guardia, dispuesta a salir corriendo en busca de Ryder si lo que llegaba contarle era lo suficientemente malo.

- Luego nada – bufé, mirando mis uñas -. El beso terminó y simplemente disfrutamos el show. Lo malo vino cuando estuvimos dentro del auto.

- Para – Kate, me tomó de los brazos y me miró seriamente a los ojos -. ¿Tuvieron sexo sin condón? – abrí unos ojos como platos -. ¿Estás embarazada?

- ¿Qué? ¡No! – la miré mal -. Además, ¿cómo sabría si estoy embarazada si eso solo sucedió hoy?

- ¡O sea que sí tuvieron sexo sin condón! – en parte estaba emocionada, en parte alarmada, no la comprendía. Pasé una mano por mi rostro, para intentar calmarme.

- ¡No tuvimos sexo sin condón!

- ¿Pero sí tuvieron sexo? – esa vez la confundida fue Carly. Bufé, aguantándome las ganas de gritar.

- ¡No! ¡Nada con respecto al sexo sucedió! – ambas suspiraron, al igual que yo y me miraron expectantes en busca de más información -. Prácticamente me suplicó que no me enamorara de él, y me acusó de ser una loca acosadora que está obsesionada con él desde los once.

- ¿Qué? – me miraron confundidas -. Explícate mejor, con lujos de detalles.

Me tomé mi tiempo para contarles todo a la perfección, exactamente cómo ellas me lo habían pedido. Cuando mi historia terminó, ambas empezaron a gritar, y a hablar al mismo tiempo, y tuve que detenerlas y hacerlas hablar por separado para llegar a una conclusión.

Carly me dijo que dejara de hacerle caso, que me olvidara de él, no valía la pena tener algo con alguien tan egocéntrico a pesar de lo bueno que estuviera. Kate, por su parte, me dijo que lo comprendía, que quizás no se expresó ni quiso decirlo de aquella forma, pero que era normal, y bueno, que él dejara las cosas en claro desde el principio. Mi hermanita, era la más madura de las tres en aquella habitación.