Capítulo 6. Vistas ocultas.

897 97 0
                                    

Cada vez, Lydia consigue tener un poco más de paciencia cuando se encierra en el laboratorio con Charles o Hank a realizar distintas pruebas, y aún así, el tiempo que la chica pasa en esa sala consigue desesperarla mucho antes de que llegue el momento para salir de allí . Verdaderamente, ella no se podía explicar como después de casi dos meses haciéndole pruebas a diario, aún se les ocurrían experimentos para probar con ella y situaciones que recrear para, según ellos, "estimular sus poderes". De igual forma, no entendía porque no la daban por perdida cuando todo eso había dejado más que claro que no podía hacer nada extraordinario; por eso mismo, hoy se encuentran de nuevo en el laboratorio.  Tras llevar allí dos horas, Lydia se acaba de sentar en uno de los taburetes que hay junto a las mesas y apoya su cabeza sobre su mano, aburrida mientras Hank busca algo entre distintos armarios y cajones.

  - Estoy seguro de que lo puse por aquí...- murmura el chico mientras escarba entre varios armarios.

La chica sonríe divertida para si misma mientras observa detenidamente a su alrededor, intentando conservar la poca concentración que le queda para la siguiente tontería que tenga que hacer.

- A lo mejor venía Raven, pero ya no creo que aparezca. Para la hora que es, ya debería estar aquí- comenta de nuevo el profesor aún con la cabeza metida en el armario.
- Raven...- se repite Lydia para si misma en un susurro.

El nombre de la mutante empieza a resonar como una especie de eco en la cabeza de la chica, y una serie de imágenes comienzan a aparecer en su mente como si fuera una película. En ellas aparecen Raven, que baja de un coche a la entrada de la escuela y comienza a subir las escaleras hasta llegar a la puerta y abrirla. Lydia inmediatamente comienza a menear bruscamente su cabeza, y ahora vuelve a ver de nuevo el laboratorio y a Hank mirando en otro cajón. No le da tiempo a cuestionarse lo que le ha pasado, porque nada más volver el recuerdo de Raven a su cabeza, de nuevo otra escena ronda su mente; ahora la rubia se encuentra hablando con Jean en uno de los pasillos, y aparentemente está impaciente por salir de esa conversación. De nuevo Lydia sale de ese pequeño trance, y aún sintiéndose algo confusa le viene a la mente una tercera escena: Raven anda unos pocos metros hasta llegar a lo que parece la puerta del mismo laboratorio; ahí, la escena se corta y parece que la chica vuelve a la realidad.

  - Raven...- se repite a si misma Lydia, ahora en un tono de voz más audible y aún con los ojos cerrados. Entonces Hank se gira al escucharla para mirar hacia su dirección, y esboza una sonrisa al ver a alguien en la puerta.
  - Si, ya está aquí.

La joven se gira demasiado deprisa para ver que, efectivamente, la mutante acaba de entrar por la puerta. Aunque verdaderamente, una de las cosas que más alarma a Lydia es que Raven lleva puesta exactamente la misma ropa que vestía en sus "alucinaciones".

  - Perdón por el retraso, he llegado corriendo. No me ha dado tiempo ni a aparcar el coche, lo he tenido que dejar en la puerta, junto al jardín- <<no puede ser>> piensa Lydia-. Y en el pasillo me ha entretenido Jean. Es una chica muy agradable, pero hay que ver como habla...

Ahora mismo Lydia tiene los ojos abiertos como platos y la boca ligeramente abierta. No, son muchas casualidades, ya está. No tiene porque significar nada. Eso es lo que quiere creer ella, pero en el fondo no está tan segura. Según las imágenes aparecían en su mente, todo era tan... extraño.

  - Bueno, pues parece que no lo voy a encontrar- termina por decir Hank rendido. Ahora saca su cabeza del último armario que quedaba por revisar y Lydia finge estar normal cuando el profesor la mira-. Creo que puedes irte, Lydia. Hoy ya hemos hecho muchas cosas. Nos vemos mañana, ¿vale?

Wingless || Ben HardyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora