Capítulo 19. Actos pasionales.

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Todo sucedió de manera algo impulsiva, pero ninguno de los dos se arrepintió en ningún momento de lo que hicieron. Sentirse mutuamente era algo con lo que ambos habían estado fantaseando durante mucho tiempo en silencio y, ahora que habían conseguido dar el paso, no pararon a pensar en nada de lo que hacían. Solo se dejaron llevar.
Ahora mismo la cabeza de Lydia reposa sobre el pecho desnudo de Warren, y este la rodea a ella por su cintura también desnuda, aferrándola a él con suavidad. Mientras que ella fija su mirada en la nada, el rubio se dedica a observar a su acompañante, cubierta únicamente con una fina sábana. Lo que ambos comparten es una tímida pero radiante sonrisa que no les ha abandonado desde que tomaron posesión de la cama.
Al llevar un rato en silencio en esa posición es Warren el que se dispone a llamar la atención de Lydia, dejando un beso sobre su cabeza antes de hablar.

- ¿En qué piensas?

La chica respira hondo cuando la voz del rubio le hace salir de su pequeño trance, para después levantar su mirada y encontrarse con los brillantes ojos azules de su acompañante.

- En nada, la verdad- contesta Lydia con una sonrisa.

Y realmente, la chica no estaba pensando en nada particular. Solo disfrutaba la agradable sensación que ahora mismo recorre todo su cuerpo, mientras el relajante y rítmico sonido de los latidos del corazón de Warren resonaba en sus oídos. El rubio también le sonríe ampliamente y la acerca aún más a él, disfrutando del calor que transmiten sus cuerpos juntos.

- Y bueno...¿Qué tal?- se atreve finalmente a preguntar Warren.

Lydia no puede evitar sentir un poco de ardor en sus mejillas al recordar lo que ha sucedido en esa habitación hace apenas veinte minutos y que, además, debajo de esa sábana ambos se encuentran totalmente desnudos. Aún así la sonrisa no desaparece del rostro de la joven, que cambia de posición para apoyarse sobre su costado y así mirar a Warren, antes de contestar:

  - Bastante bien. Genial... supongo.

Lydia no puede evitar sonreír tímidamente según habla y suelta sus palabras con cautela, esperando la reacción que supone por parte del otro. Como ella esperaba, Warren frunce el ceño ante esa respuesta y también se posiciona de lado, quedando ahora los dos mirando el uno al otro.

  - ¿Por qué solo lo supones?- pregunta él con gran curiosidad. Observa como Lydia juguetea con la sábana antes de contestar con una sonrisa que delata su nerviosismo.
  - Es que... bueno, digamos que no tengo con qué compararlo- Warren cree comprender lo que ella quiere decir, pero por otra parte no termina de creérselo. Al ver que el rubio sigue observándola atentamente, Lydia acaba por pronunciar unas últimas palabras rápida y nerviosamente-. Es mi primera vez.
  - ¿En serio?- es lo primero que se le escapa de los labios al chico.

Ellos nunca habían hablado sobre ese tema y por eso no sabe si ella lo dice enserio; y en realidad, en ningún momento la ha visto incómoda o molesta mientras lo hacían. Todo ha fluido de forma tan natural, que no ha llegado a planteárselo.
Finalmente Lydia asiente repetidas veces con la cabeza, y al ver que su acompañante aún la mira con las cejas algo elevadas, termina por aclarar su situación mientras se encoge de hombros.

  - Warren, recuerda que intentaron abusar de mi cuando tenía 13 años y no me dejé tocar, además de que no salí al mundo real hasta que los X-Men no me rescataron. Créeme, mi relación con el sexo no ha sido la misma que la de una adolescente normal.

Wingless || Ben HardyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora