Capítulo 24. Lucha inminente.

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Los jóvenes X-Men, a pesar de tener que prepararse diariamente para enfrentarse a cualquier cosa y en cualquier momento, también necesitan algunos ratos en los que solo hacer tonterías o poder desconectar de la tensión constante. Por eso, siempre que tienen la oportunidad se apoderan de alguna sala común que esté vacía, cerrando las puertas y echándose sobre los sofás, viendo la televisión o utilizando algún pasatiempo que puedan encontrar. Además siempre intentan evitar hablar de cualquier cosa relacionada con sus entrenamientos, pero últimamente se les están haciendo imposible; ha llegado un punto en el que el tema ha quedado demasiado incrustado en la mente de todos, y ahora lo comentan sin siquiera proponérselo.
Ahora mismo se encuentran haciendo el vago en varios sofás todos juntos, mientras comentan como de forma habitual la situación actual.

  - Nunca había visto a Charles tan preocupado como últimamente...- empieza a comentar Jean, que es la que más tiempo lleva en la Escuela Xavier y conoce más a fondo al profesor.
  - Esta situación le está pasando factura- sigue Tormenta-. Y en realidad, no es para menos.

Todos asienten ante las palabras de la chica, ya que cada vez la frustración que sentían en los X-Men era mayor; habían pasado tres semanas desde que Warren se fue, y los ataques a humanos se habían incrementado, cada vez más mutantes desaparecían (según se sospechaba cada vez más, para unirse a ese bando contrario) y todo eso genera miedo no solo en los humanos, si no también en los mutantes que no saben cómo puede acabar todo aquello.

- ¿Tú no has podido ver nada con tu clarividencia?- pregunta en un momento dado Scott a Lydia, que se ha mantenido callada gran parte de la conversación. La chica niega con la cabeza antes de hablar.
- Lo intentamos en varias ocasiones, pero no pude encontrar nada. Hank cree que tal vez es porque al no conocer a Psylocke, no puedo visualizarla bien- explica la joven-. Esa es la limitación de mis poderes: las cosas no vienen solas a mi porque no tengo alucinaciones, solo puedo ver lo que yo visualizo previamente en mi cabeza.
- ¿Y has probado a encontrar a Warren?- pregunta ahora Peter.

Lydia nota, al igual que cada vez desde que el rubio se fue y alguien le nombra, como se le revuelve un poco el estomago tras escuchar a su amigo.

- Si, también lo hemos intentado- admite la chica-, pero no hemos conseguido nada. Se ve que la clarividencia solo funciona con respecto a lugares cercanos... no lo sé, la verdad.
- Es una pena, podría haber ayudado a Charles y los demás a averiguar dónde se encuentran los otros...quienes quiera que sean.

Tras este último comentario de Kurt, todos se callan al escuchar cómo la puerta de la sala en la que están encerrados se abre, y tras ella aparecen Charles, Raven y Hank con una expresión que no pueden descifrar; parecen algo aliviados y emocionados, pero a la vez la seriedad y la urgencia se apoderan de ellos.
Nada más entrar es Raven la que vuelve a cerrar la puerta tras ellos, y en cuestión de segundos los tres se encuentran frente a los jóvenes para hablarles.

- No nos vamos a alargar con esta conversación porque hay mucho que hacer- empieza a decir de nuevo la chica con tono de voz solemne-. Hay que salir esta misma noche.
- ¿Salir? ¿A dónde?- pregunta Tormenta.
- Os explicaremos rápido todo lo que sabemos, porque tampoco sabemos mucho por ahora. Solo lo justo- sigue hablando Hank.
- Ya sabemos dónde están todos los que están provocando este desastre. Y también quien los dirige- termina por decir Charles. Todos los mayores parecen ensombrecer un poco más el gesto tras su último comentario, y es entonces cuando los que les escuchan se empiezan a plantear muchas hipótesis sobre quien puede ser.
- Para empezar, ya sabemos porque no hemos avanzado nada durante las investigaciones- sigue explicando Hank de nuevo-. Cerebro estaba alterado; alguien consiguió hacer que no funcionara correctamente, y eso entorpeció mucho la misión.

Aunque todos están callados durante varios segundos, asumiendo las últimas noticias, enseguida aparecen las palabras de Scott entre todo el silencio para romperlo.

- ¿Hay posibilidades de que haya sido Warren?- pregunta el chico- En fin, hace poco se fugó con ellos y era el que más tenía relación con nosotros...
- Eso es imposible- salta enseguida Lydia, dispuesta a refutar ese argumento. Sabe perfectamente que el rubio no fue el causante de todo eso-. Warren nunca supo de la existencia de Cerebro, igual que tampoco supo nunca a lo que nos dedicábamos.
- Y además de todo eso- empieza a intervenir Charles al ver que la chica se estaba empezando a encender-, también hemos descubierto quienes son los... artífices de todo esto. Efectivamente, uno de ellos es Psylocke. El otro es Magneto.
- ¿Erik?- pregunta ahora Jean, algo sorprendida.

Todos los demás también se sorprenden un poco ante esa noticia, pero por un lado no les extraña. Todos conocen el historial de Erik con los X-Men y el resto de la humanidad, y por eso no les pilla tan de sopetón; pero, por otro lado, les parece mucho más grave la situación al saber que él ha estado metiendo las narices en el gobierno y hasta en los propios X-Men.

- Por eso sabemos que Warren no ha podido ser quien nos ha saboteado- continúa Hank-. Además de que él no sabía de Cerebro de ni de nuestros planes, Erik si lo sabía. No conocía muchos detalles, porque ya sabéis que fuera de los X-Men no se confía información muy específica, pero si que conocía Cerebro.
  - ¿Y cómo os habéis dado cuenta de que ocurría eso?- interviene ahora Kurt con curiosidad.
  - Sinceramente, hoy me he desesperado bastante allí al no ver nada de nuevo, y he empezado a formatear sin parar el sistema operativo. Al final, me he acabado dando cuenta de que había algo que no funcionaba correctamente y que impedía que Cerebro trabajara correctamente- explica el profesor joven-. He conseguido que volviera a la normalidad durante un par de minutos, lo justo para buscar rápidamente lo que queríamos. Así es como hemos descubierto quienes son, y dónde están.
  - ¿Y no es posible que, precisamente al ser ellos los que han saboteado Cerebro, también hayan preparado todo esto para hacer que vayamos a un lugar que no es correcto y así despistarnos?- pregunta enseguida Peter.
  - Puede ser, pero eso ahora ya no importa. No podemos estar parados más tiempo, hay que arriesgar- termina por explicar con decisión Charles.
  - Así que, no vamos a perder más tiempo- interviene Raven de nuevo-. Os quiero que todos listos en veinte minutos en la puerta de la sala de entrenamientos, de allí iremos a por todo lo necesario. Y, sobre todo, venid con la mente preparada.

Sin decir nada más, los tres mayores salen rápidamente de la sala común. Todos los demás también empiezan a hacerlo tras unos segundos, mientras hablan entre ellos con preocupación y terminan de asimilar todas las noticias.
Lydia, sin embargo, se mantiene callada durante todo ese tiempo, y sigue metida en sus pensamientos de camino a su habitación. Sabe de sobra que, si en verdad Warren se fue con los del bando de Psylocke y Erik, estará allí; y si está allí, esta noche volverá a a verle, pero para luchar contra él.
Al reparar en esto, Lydia ruega mentalmente porque el chico no se interponga en su camino.
Sabe perfectamente que, si eso ocurre, tendrá que elegir entre acabar con él o dejar que el chico acabe con ella.

Wingless || Ben HardyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora