Capítulo 14

399 54 3
                                    


14


-Estoy muy feliz – susurro abrazando con euforia el cuerpo de Inuyasha al salir del hospital – Podre saber qué es lo que se siente una vida crecer en mi interior. Te amo Inuyasha, gracias – se abalanzo a besarlo a sus labios, Inuyasha la sostuvo de su cintura correspondiendo dichoso, estaba igual de feliz el saber que serían padres.

-Gracias a ti pequeña, por volver a mi lado, te amo – e Inuyasha la volvía a besar – Soy el hombre más feliz, una hermosa mujer, un guapetón de hijo y ahora, dos bendiciones más por venir.

-Me cuidaré, me cuidaré mucho – declaró Kagome mientras se adentraba al interior del auto con la ayuda de Inuyasha.

-Te cuidaremos todos pequeña – encendió el coche y antes de ponerse en marcha se estiro para besarla nuevamente – Pasaremos por una farmacia por tus vitaminas y luego pasaremos por Haru – habían tardado más de 2 horas en el hospital.

Le había hecho prueba de sangre, le habían realizado también un Scan transvaginal y le había dado su primera fotografía de ambos bebés, dos puntitos, que según la doctora era del tamaño de unos macarrones, pero que en unos meses serían más grande que una manzana. Sus dedos le cosquillaban, ya ansiaba sentir en sus brazos los pequeños cuerpecitos.

-¿Crees que a Haru le guste la noticia? – pregunto dudosa mientras esperaban tomados de la mano frente a la puerta de la escuela.

-Le fascinará saber que tendrá hermanitos, no te preocupes pequeña, todo estará bien – le sonrió, Inuyasha al igual que Kagome, quería decirle a todos que sería padre junto con la mujer de su vida y dueña de su corazón.

Los portones de la escuela se abrieron de par en par, dejando salir a los chicos más grandes, dejando a los más pequeños salir al último en compañía de sus maestras. Kagome e Inuyasha se acercaron un poco más al igual que otros padres, Haru al verlos a ambos abrió sus ojos emocionados y corrió a su maestra, señalándolos, la maestra al verlos asintió y se despidió del niño con un beso en la mejilla y Haru corrió hacia ambos.

-¡Vinieron los dos! – se lanzó hacia los dos cuerpos, abrazando desde su altura las piernas de ambos adultos, quienes se inclinaron y abrazaron al niño que se encontraba eufórico por la presencia de ambos.

-¿Cómo te ha ido campeón? – pregunto Inuyasha a su hijo mientras caminaban hasta el auto tomando una mano de su hijo, mientras que la otra la sostenía Kagome.

-Muy bien, la señorita Patricia envió una nota ¡Voy a salir en el acto! – exclamo.

-¿Sobre él día del trabajador? – pregunto Kagome llegando al auto y dejando que Inuyasha metiera en el interior a su hijo.

-Sí, creo que saldré de un doctor, como el tío Bankotsu – contaba mientras Inuyasha le abrochaba el cinturón de seguridad, Kagome ya tomo asiento en la parte de adelante. El auto empezó a moverse con tranquilidad, mientras Inuyasha buscaba algún espacio vació, había muchos coches debido a los demás padres que se marchaban junto con sus hijos.

-¿Te gustaría ser en un futuro como tu tío? – pregunto curioso Inuyasha sin despegar su mirada del camino.

-Creo que no papá, no sé, yo solo quiero jugar – se encogió de hombros haciendo reír a Kagome e Inuyasha.

Se encontraba cortando los vegetales para una ensalada como acompañamiento para la cena cuando Inuyasha la abrazo por detrás cariñosamente.

-Te ayudo cariño – le susurro en su oído haciéndola reír.

Nueva Oportunidad (ADA#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora