Capítulo 18

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18


-¿Inuyasha? – exclamo Kagome al escuchar la puerta abrirse y luego cerrarse - ¡Pero...! ¿Qué te paso?

-Estoy bien cariño...- tranquilizo Inuyasha al ver como su prometida se acercaba y con preocupación le miraba y tocaba con cuidado la mitad de su labio y pómulo derecho.

-¿Bien? – con sarcasmo exclamo Kagome – Ven... - Kagome lo tomo de la mano y lo arrastro hasta la habitación que ambos compartían. En silencio y sin protestas Inuyasha se sentó en la orilla de la cama mientras Kagome se adentraba al baño en busca del botiquín.

-Duele...- mascullo Inuyasha al recibir en su labio cortado algodón con un poco de agua oxigenada.

-¿Qué paso Inuyasha? - Kagome ignoro el comentario de su novio y siguió completamente seria, desinfectando el labio.

-Nada, nada.

-Piensas que te creo. Anda dime o de cualquier manera, tarde o temprano me enterare- Inuyasha suspiro.

-Bankotsu y yo tuvimos... una pelea - Kagome detuvo su acción y lo miro detenidamente y enseguida pensó... lo que ella también ocultaba de Inuyasha, no dijo nada cosa que a Inuyasha le extraño – Hoy... cuando salimos de la cita con la doctora lo vi a él junto con... Kikyo – y Kagome abrió sus ojos retrocediendo dos pasos hacia atrás - ¿Cariño? No te alteres – Inuyasha se puso de pie y se le acercó.

-No, no estoy alterada... solo es que – lo miro con preocupación, debía de decirle que ella estaba al corriente de la relación de su amigo con la otra azabache – Inuyasha...

-¿Qué está pasando? – al parecer ya intuía que ella sabía algo que él no.

-Desde hace bastante tiempo sé... lo de ellos.

-¿Ellos, quien? – carraspeo con sus dientes apretados.

-Bankotsu y Kikyo...

-¿Lo sabias? – Kagome lentamente asintió con su mirada atenta pegada en él - ¡Pero claro que lo sabías! ¡Él es tu amiguito, lo olvidaba! ¡Él amigo con el cual me engañaste, con él que te revolcaste! ¡Ese amigo!

Inuyasha empezó a gritar y a carcajearse sin control alguno, las lágrimas no tardaron en llegar en los ojos de Kagome, sus palabras y desconfianza notoria la lastimaban. En estos momentos agradecía que Haru estuviera en casa de sus abuelos, si no, no sabría explicarle el comportamiento de su padre.

Su risa sarcástica y mirada indiferente le oprimió el pecho, se sostuvo su barriga desde abajo, tratando de tranquilizar a sus bebés y tratando de tranquilizarse ella misma.

-Cálmate Kagome – se murmuro para ella misma.

-¡¿Aún sigues prefiriéndolo a él que a mí, cierto?! ¡¿Cierto?!

-¿Cómo puedes decir eso? ¿No te parece que estás en la cima de la montaña como para decir aquello? ¡Prácticamente termine toda relación romántica con él por ti! ¡Bankotsu es mi amigo!

-¡Vaya amigo el que has decidido tener! ¡Él aún te ama y tú estás a su lado!

-¡Él no me ama, Bankotsu ama a Kikyo! – grito, su pansa estaba poniéndose dura... realmente dura, tenía que tranquilizarse.

-¡Uy, que alegría! ¿Sabes? ¡Me siento mejor que no te amé a ti pero sí a la oportunista de esa mujer!

-¡Cállate! – Inuyasha lo hizo en cuanto la vio caminar hasta recoger su bolso y volverse hacía él, mientras ella se sostenía su vientre - ¿Sabes lo que sucede contigo? – ella no espero una respuesta – No aceptas que nadie más, aparte de ti sea feliz. Eres egoísta con la felicidad para otros... - se lo dijo en la cara y rápidamente salió del apartamento haciendo resonar la puerta.

Nueva Oportunidad (ADA#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora