Capítulo 23

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- ¿Y qué con Kikyo? - interrogó el Miroku.

-¿Qué acaso no escuchaste?  Me utilizó, sigue siendo la mujer que conocíamos, ella no cambió nada. Solo me uso y en cuánto se canso de mí se busco algo mejor - el moreno permanecía frío, sin demostrar sentimiento alguno.

-¿Amas a Kagome?

-Tal vez nunca deje de hacerlo...

-Tal vez tú, estuviste con Kikyo viendo la imagen de Kagome en ella ¿Me equivoco?

-Tienes razón. Siempre la tienes amigo-  Bankotsu se tomo su cabeza de los lados y se estiro su cabello-  Pero...

-Estabas logrando amar a Kikyo - el ojizarco término la oración de su amigo.

-¡Si, sí! - exclamó el moreno frustrado-  Kikyo... Ella, yo creí que si me amaba o al menos que me quería.

-¿Hablaste con ella?

-¡Para qué!  Lo único que hacemos es ignorarnos en el trabajo y fuera de él, yo no la quiero ver y ella... Pues creo que igual.

-Amigo, habla con ella. Soluciona tus problemas, sé y actúa como un adulto.

°°°

-¿Qué caraj...? - murmuró Kagome al ver a su prometido pasar por la cocina ¿Se había golpeado?  - ¡Inuyasha! - de un grito lo llamó.

El peli plata se detuvo de espaldas a ella y de apoco empezó a retroceder sin voltear para mirarla de frente. Kagome ya lo había visto ¿Para que ocultarlo?

-Inuyasha-  en tono de advertencia Kagome volvió a llamarlo y fue entonces querí el se volteó-  Pero... - boquiabierta murmuro, su prometido malhumorado se encontraba golpeado en el rostro y con su ropa arrugada - ¿Qué pasó?

-Nada amor, solo unos simples juegos de amigos...

-¡Inuyasha! ¿Qué pasó?  - exclamó molesta Kagome con su ceño fruncido y de brazos cruzados bajo sus senos.

-Cariño, nada. No te exaltes...

-Sí dices que no me exalte ¡Me exalto! - frustrada respondió-  ¿Fue con Bankotsu, verdad?

-Discutimos y... Nos lanzamos algunos golpes...

-¿Porqué?

-¡Él todavía dice que te ama! ¿Acaso eso lo sabías?  - Kagome enmudecio, ella sospechaba al notar la mirada de su amigo el moreno pero nunca dijo nada, tampoco creyo que Bankotsu se lo lanzará a Inuyasha así como así -¿Lo sabías?

-¡No, por supuesto que no lo sabía! Pero...sí lo sospechaba.

-Kagome... - murmuro Inuyasha-  ¿Y sospechandolo porqué no me lo dijiste?

-¿Y para qué?  - se encogió de hombros Kagome-  ¿Para que solo estos golpes se adelantarán? - lo señaló- Inuyasha, eres inseguro y si te decía eso sin escuchar argumentos tu solo te habrías lanzado a Bankotsu.

-¡Soy inseguro porque te metiste con mi mejor amigo! - Inuyasha no pudo detener sus irientes palabras, era demasiado tarde cuando se dio cuenta de lo que había dicho.

Esas palabras lastimaron a Kagome.

-Ya veo... - Kagome se sostuvo con una mano en la mesada de la cocina.

-Cariño...

-¡No me llames así, no me llames asi! - grito Kagome señalandolo con su dedo, roja de la furia y decidida - Creí que todo estaba resuelto, que habías entendido y aceptado, pero no es así. Todo este tiempo que estuvimos juntos...fui considerada como la mujer que se metió con tu amigo.

-No, Kagome espera... - Inuyasha se apresuro a tomarla delicadamente de la muñeca-  No quise decir eso...

-No quisiste, pero soltaste lo que pensabas desde hace tiempo, dijiste lo que sentias.

-¡Déjame hablar!

-¡No Inuyasha no! No quiero estar contigo...

-Kagome - atónito murmuro ¿Acaso él había escuchado bien? - Hay que hablarlo, hay que hablar bien, más tranquilos.

-No Inuyasha, ya dijiste mucho-  y con brusquedad se zafo del agarré del peli plata y con rapidez salió de la cocina.

Kagome había soportado demasiado. Ella misma sabía que cometió un error al tener una relación con el mejor amigo de su ex, y eso ella siempre lo supo. Desde que estaba en California y compartía su vida con la de el moreno, desde que salieron por primera vez, su primer beso juntos, su primera noche... En todo momento feliz que compartía con el moreno siempre tuvo en mente que cometía un error, pero el corazón no siempre hace lo que la razón ordena, el corazón hace lo que siente y ella se sentía bien al lado de Bankotsu.
Al regresar a su ciudad natal, se encontro con su primer y único amor, Inuyasha, los sentimientos que creyó extinguidos resurgieron como un volcán haciendo erupción. Cuando Inuyasha había decidido aceptarla a pesar de que ella había tenido una relación con el moreno creyo que todo estaba en el pasado...

Eso creyo ¡Qué ingenua!

Hoy, en estos momentos ella dejaría de sufrir por ese amor, al menos se tomaría un largo descanso.

°°°

-Oye, Kag... - Sango se acercó a ella trotando-  ¿Viste a Miro...? ¿Te pasa algo amiga?

-No, estoy bien ¿Porqué?

-Estás llorando Kag... - Kagome borró su falsa sonrisa.

-¿Enserio?  - ni ella misma se había dado cuenta de aquel detalle.

-¿Qué paso amiga?

-Terminé con Inuyasha - sollozo y sorbo con la nariz, de repente no solo una ni dos lágrimas se vieron en el rostro de la azabache, estaba llorando a mares en el hombro de la castaña.

-Tranquila amiga, tú puedes con esto. Todos te ayudaremos, en nada estás sola.

-Gracias Sango - la castaña no pidió explicación del lo sucedido cosa que la hermosa embarazada agradeció.

Terminar con Inuyasha sonaba tan fácil de hacerlo pero en realidad era difícil, en su relación el pequeño Haru estaba involucrado, a ella ya la consideraba una madre aparte de que está embarazada y los genes de los pequeños en su vientre eran de Inuyasha. Tal vez y esto de la separación sea como realizar un divorcio... Al menos eso esperaba.

°°°
Mis queridos... No se alteren por favor.

¡Qué no se alteren queridos! 

Esto dé Inuyasha y Kagome es pasajero, no quieran matarme.

Cementar y votar mis queridos

¡Nos leemos!



Nueva Oportunidad (ADA#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora