Capítulo 22

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22

Una semana ya había pasado, Bankotsu evitaba cruzarse en todo momento con Kikyo, pero cuando inesperadamente se cruzaban en los pasillos del hospital él le dejaba en claro el despreció y decepción que sentía por ella a través de su mirada. Kikyo no lo culpaba y no sentía rencor alguno, solo tristeza. Ella había sido la que se buscó aquellas miradas y todo, solo para que él pudiera estar en tranquilidad con los que él quería profundamente, Inuyasha era uno de ellos junto con Haru, ella no podía permitir que él se alejara de sus seres queridos.

El festejo del Baby Shower se celebraba en el extenso patio de la casa Taisho, muy bien decorado e involucraron a la naturaleza y reciclaje en la decoración. Troncos cortados con cojines como asientos, linternas colgantes hechas de frascos de mermeladas, las mesas circulares de madera. Izayoi junto con Naomi se habían esforzado en la organización y el rostro alegórico de Inuyasha y Kagome era su recompensa.

Los buenos vecinos de Izayoi y Naomi formaban parte de los invitados junto con amigos suyos, del peli plata y la azabache. Los juegos habían comenzado y todos no dejaban de reírse por lo cómico que los juegos estaban, los gritos y la emoción no era algo que faltase.

-¿Bank?

Kagome al ver que su amigo se había alejado de todo y todos desde que había llegado le había preocupado. Bankotsu, en una esquina apartado, sentado en unos de los troncos de madera no dejaba de tomar de la botella de vino abandonada de cada mesa. Esa botella ya era su tercera.

-Está todo lindo Kag – dijo arrastrando las palabras y con los ojos demasiados cansados como para abrirse por completo.

-¿Enserio? Porque no vi que levantarás la mirada y dejarás de tomar de esa botella – Kagome tomo asiento de frente a él - ¿Qué está pasando?

-Kagome... ¿Alguna vez dejaste de creer en el amor?

-¿Qué? Tú sabes que sí...

-Ahora mismo, yo ya no creo en el amor – y dicho aquello le dio un largo trago a la botella de vino.

-¿Qué estás diciendo?

-Kikyo y yo terminamos – Kagome abrió sus ojos sorprendida – La encontré besándose con un colega del trabajo – Kagome frunció su ceño, ella misma creía y estaba segura de que Kikyo estaba completamente enamorada de su amigo ¿Entonces por qué hacer aquello? No sabía el motivo o si su relación estaba complicada, pero... sea como sea, Kagome estaba molesta.

-Tú mismo me dijiste que el amor no es necesario sentirlo cuando estás con alguien a tú lado. El amor de amigos, de familia, el tuyo mismo... eso también lo es y tú más que nadie lo sientes o si no lo sientes, tus amigos y familia lo sentimos por ti.

-Como me gustas cuando usas mis palabras en mí – dejo la botella en la mesa y tomo la mano de Kagome – Llévame a alguna habitación por favor, necesito descansar – Kagome asintió y con Bankotsu colaborando lo puso de pie.

-Estás pesado moreno...

-No hagas mucha fuerza... - Bankotsu levanto su mirada y distinguió la silueta de unos de sus amigos - ¡Fiuuu! – silbo - ¡Inuyasha, ven llévame! – Inuyasha confundido miro al moreno pero en cuanto observo la situación y a su esposa corrió a hacía ellos apartando a su mujer y tomando su lugar.

-¿Qué paso? – pregunto Inuyasha a Kagome.

-Solo llévalo a tu antiguo cuarto y deja que descanse – respondió, no le diría más.

-Bien – Inuyasha empezó a abrirse paso entre los invitados que lo miraban con curiosidad a ambos.

-¡Te amo Kagome! – grito Bankotsu antes de desaparecer por completo.

Nueva Oportunidad (ADA#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora