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Cuando terminé de conversar con Eme, me fui al departamento del cual alquilo. Quiero descansar.

Mi departamento es mediano. Al entrar hay un mueble muy cómodo de color piel, no muy lejos de este, está mi cama pegada a la pared. Y una estantería de libros de color blanco. En el centro está mi comedor y en la otra esquina la cocina, al igual que el baño.

He traído a todas mis conquistas aquí, hombres, mujeres, me da igual. Claro, ninguno se queda a dormir aquí, a excepción de mis amigos: Eme y Ember... Bueno más se queda mi mejor amigo, él no puede vivir sin mi.

Siendo sincera, no me interesa tener alguna relación seria o tener una "familia". No quiero ser vulnerable ante nadie, ya basta con el miedo de que le hagan daño a mi Eme.

Cuando lo conocí tenía apenas trece años, venía escapando de donde vivía. El me ayudó bastante. Me dio un hogar, me ayudó con un buen trabajo, a finalizar mis estudios y me dio lo más importante... Atención y su cariño sincero.

Para mí, él es exclusivo, es muy difícil de encontrar a una persona con esos sentimientos. Y cuando él quiere, es de verdad, me gustaría ser así. Por suerte no lo he dañado.

A veces me pregunto... ¿porqué todavía sigue conmigo? Cuando él es un gran hombre, ama a su novia y la respeta muchísimo. Solo espero que ella realmente merezca ese gran amor que mi mejor amigo le da. Y digo todo esto de él, porque lo merece.

Luego de pasar acostada todo el día, ya que es mi día libre, decido irme a una discoteca. Necesito nuevas conquistas.

Son las 11pm, me puse un pantalón negro, una blusa semi descotada color vino y unos zapatos negros.

A lo que llego a "muérete" sí, así se llama la discoteca. Este lugar es muy bonito y elegante a pesar de tremendo nombre. Es muy amplio, tiene su bar en cada centro con bellas jovencitas sirviendo. Pero el jefe de este lugar no deja que ningún cliente las toque, si eso pasa él los echa y quedan vetados, a no ser que ellas quieran, claro.

Tiene cuatro centros: El primero, es donde están los adolescentes que solo quieren divertirse, joder, pero no constan con mucha plata. En el mismo piso está el segundo, es un poco escondido y es en el que siempre estoy. Tiene un mini table dance, donde baila quién desea, obvio, ganan plata. los que tienen mucha plata y pueden darse sus buenos placeres de bebida. En el segundo piso está el tercer centro, son para mayores de tercera edad, es más tranquilo, más sereno, creo que pueden hacer lo que desean, la verdad no sé, nunca estado allí. Y el tercer piso está el último, el más lujoso, allí van empresarios, gente con mucha plata, es un lugar restringido.

Estaba sentada tomando un vaso de ron y observando quien estaba bailando, cuando una chica muy atractiva se me acerca.

—Hola, soy nueva aquí y no se si estoy en el mejor lugar —habla un poco rápido y con una sonrisa que parece forzada—. Quería distraerme y hacer unas nuevas amistades.

Me quedo observándola de pies a cabeza. Es muy bonita. Piel blanca, ojos cafés. Su cabello es largo y lacio, pero su color no es muy habitual; rosa pálido. Su cuerpo y su rostro están en conflicto, porque su cuerpo es muy voluminoso, tiene curvas en los lugares perfectos, pero su rostro no es tan agraciado y parece de quince años.

—creo que te equivocaste niña —respondo al terminar de analizarla —. ¿cuántos años tienes? Pareces una niñita —. Ella sonríe con lo que dije, aunque solo dije lo que pensaba.

—Tengo 23 años. Por cierto, me llamo Andra y gracias por lo de niñita —ríe delicadamente y prosigue— ¿y tú?.

—¿En serio tienes 23? Pareces de quince años —pregunté asombrada.

¿tú no sabes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora