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Cociné lo más rápido que pude y merendamos juntos. Fue nuestra primera cena de novios formales. Siento que estoy sonando muy cursi. En conclusión, luego nos arreglamos y nos fuimos.

En este momento estoy parqueando mi carro de lo más tranquilo en el mismo lugar de siempre, pero ella está nerviosa, corrijo, muy nerviosa. Me causa un poco de risa su cara, parece tomate, se la ve tierna de esta manera, nunca la vi antes así. Alejo mi mano derecha del volante y aprieto su mano.

—Llegamos —aviso—. ¿nerviosa? —era evidente mi pregunta, pero quiero molestarla para que se relaje.

—Demasiado, tócame —como era de esperarse malinterprete lo que dijo y en el momento que estaba apunto de tocar su escote, ella se dio cuenta y de una puso su mano allí—. Mis manos ¡mis manos!.

Salimos del carro y entrelazo su mano contra la mía para que entre en confianza conmigo, quiero que se sienta apoyada por mi. Mi mamá está sentada en su mueble como de costumbre, al rato se da cuenta de nuestra presencia y nos saluda con su típica y bella sonrisa.

—Mamá, te presento a la futura madre de mi hija. Tanit. Mi hermosa novia —ella se sonroja por lo dicho. Yo tampoco imaginé que la presentaría de este modo.

Mamá se acerca a Tanit y le da la bienvenida con un fuerte abrazo y también la invita a sentarse en el mueble... ¿y yo? ¿por qué no me invitó a mi también?.

—Mi hijo tiene buen gusto. Eres una mujer muy bella —Tanit se sonroja con lo que mi madre le dice.

Esta escena me causa tanta risa. Insisto, nunca pensé que la vería de tal manera, ni cuando le conté que la vi teniendo sexo en el baño de hom... Mejor olvidaré ese tema. No quiero recordar eso ahora.

—Muchas gracias, siempre lo supe —mi madre y yo sonreímos por lo descortés que sonó.

—Tienen un pequeño parecido los dos. Mi hijo es igualito, egocéntrico.

—¡Ay mamá! No vaya a hacer como Sandri que dijo que nos parecemos.

—¡Oh, no! ¡eso no! —contesta mi querida madre entre risas.

Por momentos como este, la vida me parece grandiosa. Escuchar la risa de mamá y de la futura madre de mi hija, juntas, es maravilloso. Después de algunos minutos bajó mi prima de su cuarto y le pidió disculpas a Tanit. Nos quedamos conversando por varias horas, hasta que mi novia... ¡se siente raro llamarla así! Bueno, me dijo que tenía sueño y que por favor la llevara a su departamento.

A pesar de que mi madre le insistió en que viva aquí con nosotros o por último que se quede por lo menos esta noche, ella no aceptó, no tuvimos más remedio que irnos. Me sentí decepcionado, anhelaba tener su compañía en mi cuarto.

Cuando estaba apunto de marcharme de su departamento, varios pensamientos invadieron mi mente. Ambos sabemos que tenemos que hablar, debemos dejar las cosas en claro.

Trato de poner mis ideas en orden, decirlas como de verdad las siento. Confío no sonar tan cursi.

—Tanit, sé que no confías en mi y es lógico, no soy... —me detengo porque si pretendo ser sincero, también tendré que ser justo—. No somos la definición exacta de la palabra "fiel". A veces soy impulsivo y hago cosas que hacen daño, pero quiero que sepas que voy a cambiar por nuestra bebé... No dije que lo iba a tratar, LO VOY HACER. No es necesario decir que debemos respetarnos, eso ya lo sabemos. Empecemos sin mentiras, ¿te parece bien?.

Cada palabra dicha es verdad, yo si cambiaré, está en juego un hogar y aunque decírselo me genere un gran peso porque estoy consciente de que no será nada fácil. Desde tiempo dejé de creer en el amor, principalmente, en el supuesto amor que dicen tener las mujeres, ya que ellas también saben mentir y son más crueles sin pretender serlo.

¿tú no sabes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora