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1 semana después.

Voy a resumir lo que pasó en esta pequeña semana. No dormía todos los días en mi departamento porque mi amigo me hizo prometerle que no tendría sexo con Kilian y dormir todos los días en el mismo cuarto era muy tentador. Estamos los dos solos, ya hubo un beso y por cierto, muy bueno. Y las ganas que le tengo aumentan tras pasar los días.

Por suerte le tocó trabajar toda esta semana y llegaba muy tarde, además de cansado. Él decía que tenía que ponerse al día, por la simple razón de que su padre, en su ausencia, le dio la gana de despedir a dos empleados y eso significaba más responsabilidad para él.

Pero en los días que sí me quedaba a dormir, nos poníamos a conversar hasta la madrugada, luego cada uno caímos rendidos en muestras camas de lo muy tarde que era.

Me está gustando su presencia, su compañía es muy agradable. Él a pesar de que viene cansado irradia alegría y me transmite poco a poco seguridad. Lo mejor que hice por él y por mí, fue aceptar que viviera aquí conmigo. Pensé que iba hacer una locura y a pesar de que todavía lo pienso... Me gusta.

Cuando iba a dormir a casa de Eme, siempre me preguntaba si ya había tenido sexo con Kilian, la respuesta era la misma. No.

En esta tarde llegó Ember, le di las cajas de golosina con los helados y por las mismas se fue. Siento que ella se está alejando de mi y ni siquiera se porqué. Me afecta porque en el colegio fuimos muy buenas amigas, nos conocimos gracias a Eme.

Al principio eramos los tres; Eme, Ember y yo. Ellos se hicieron novios pero después a los pocos meses de noviazgo terminaron, nunca supe porqué, por más que insistí. Después de eso las dos seguimos siendo amigas, ya que eso a Eme no le afectaba, solamente decía que no quería saber nada de ella y como conocí primero a mi amigo, más pasaba con él.

Con el pasar del tiempo me di cuenta que Eme al terminar una relación, lo hace definitivamente y lo más raro es que actúa como si nunca se hubieran conocido. Yo creo que no lograría hacer como si nada a pasado.

Bueno, eso fue todo.

Ahora me encuentro conversando con Kilian. Ambos vestidos con nuestra ropa de dormir; él en bóxer y yo en pijama. Le estaba contando que una vez me quedé dormida en un bus, justo después de salir del colegio y que en el instante en que desperté estaba completamente pérdida, pero él de la nada me interrumpe. Creo que ni me estaba escuchando.

—Tanit, ¿cuántos novios has tenido?.

Esa pregunta me cae de sorpresa, y pensándolo bien... ¿cuántos tuve?. Cavilo por unos segundos antes de responder.

—Dos —confieso finalmente —. Los demás no me importaban y te dije dos incluyendo a mi última relación, Andra. ¿Y tú?.

—Una. Las demás lo mismo, no me importaban —responde como si nada.

Me da curiosidad su pensamiento, pero de todas maneras... Pobre chicas. Yo también tengo mi corazoncito.

—Y entonces ¿por qué andabas con ellas?. —me siento cínica preguntando esto, pero equis. ¿tu nunca haz reprochado algo sabiendo que estas haciendo exactamente lo mismo?.

—Al principio por venganza, ahora es costumbre. Es frustrante darte cuenta que estas acostumbrado a lo malo y peor, ser consciente pero no hacer nada a respecto. —lo sé perfectamente.

—¿Venganza?.

—Yo quise muchísimo a una chica y al final no resultó como yo esperaba. Prefiero no hablar de esto... ¿quieres agua? —cambia de tema.

Siento gran curiosidad por esa chica, pero no debo insistir. No puedo obligarlo a que me cuente algo que no quiere. Kilian también ha sabido comprenderme en momento como este.

¿tú no sabes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora