—Tanit... Tanit perdóname. Perdón por las veces que te decía que eras una mala persona. Perdón por no tratar de entenderte y simplemente juzgarte. Perdón por no insistir en que me contaras tu pasado. Perdón por todo, de verdad... Nunca imaginé que tu hubieras vivido todas esas cosas.
Lo decía llorando mientras me miraba con debilidad. Sus ojitos reflejan tristeza y esperanza. Pero está equivocado, ¿perdón? ¿Perdón por qué? Y todavía él dice eso, mi amigo el que siempre me apoyó en todo momento.
Kilian simplemente vuelve a guardar silencio.
—No tengo nada que disculparte, Eme. ¿Cómo puedes tú pedirme perdón a mí? Te estás equivocando, te estás dejando llevar por mi pasado. Mira.
Retiro mis pies que se encuentran en las piernas de Kilian y me acerco a mi amigo poniéndome de cuclillas.
—Que yo haya vivido toda esa mierda, no me da el derecho a mí de hacer todas las cosas malas que hice. ¿O acaso tu perdonarías a un violador, solo por el simple hecho de que en su niñez fue violado?.
—Es diferente —responde.
—No, no lo es. Es mas yo debí ser diferente. Yo tenía que buscar paz después de todo lo malo que viví con ese hombre. No es justo que haya jugado con los sentimientos de las personas ni mucho menos despreciar el amor sincero que me otorgaban. A mi nada, absolutamente nada me justifica.
—No te equivoques, nuestras heridas del pasado no son un pase VIP para hacer daño —habla Kilian de repente mirando a la nada.
—Falta... Falta más, necesito que me cuentes más —dice, un poco alterado y se para, su acto hace que caiga sentada. Disimulo ya que no se dio cuenta—. Yo sé que piensas que tú eres mala persona pero no es así... Cuéntame de cómo viviste con él, solo así podré entenderte.
No se qué quiere entender. Yo soy un caso perdido y punto, cambié solo y exclusivamente porque iba a ser madre. Pero eso no dice nada. Capaz y vuelvo hacer la misma de antes.
Dudo mucho que mi cambio sea definitivo.
Pero bueno, si Eme quiere saber lo demás, lo contaré y listo.
—Cuando llegué a su gran casa, ese bastardo vivía en un basurero; ropa, polvo, grasa, basura, todo era un maldito chiquero. Me dijo que arregle todo y así lo hice. Yo me emocioné porque inocentemente pensé que él solo me quería para que limpie su casa y listo. Pero no —me río porque es patético que haya supuesto eso—. Ese mismo día me hizo suya a la fuerza. Tontamente me resistía y él lo único que decía era "tú eres mía y tienes que hacer todo lo que yo ordeno" me daba asco ese hombre. Yo... Yo le deseaba la muerte.
—Calmate Tanit, te estás alterando. Respira —habla Kilian de igual manera, no entiendo porqué no me mira. ¿qué estará pensando?.
No me había dado cuenta que mi respiración estaba bastante acelerada, ni tampoco que apretaba fuertemente mis manos.
¿Cómo Kilian si lo notó?... Pensé que estaba perdido en su mundo.
Respiro profundamente y trato de relajarme.
—Cada vez que él se iba a trabajar me dejaba esposada para que no me escape, ¿logras imaginar si hubiera pasado un maldito accidente? Pude haber muerto en esa casa. Yo por mi parte no me reservaba nada, siempre lo trataba mal, lo despreciaba, lo humillaba... Era totalmente leal con mis sentimientos. Él nunca me reprochó eso porque decía que amaba a las mujeres sinceras. Después de algunos meses, tuve una gran oportunidad para escapar; ese imbécil había llegado borracho a casa y en el momento que se quedó dormido, yo escapé. Pero en donde vivía esa zona era muy desolado y en mi desesperación no noté que estaba corriendo en círculos. No sé cómo ese maldito despertó y me llevó de vuelta a casa. Él... Él me golpeó.
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¿tú no sabes amar?
RomanceAlgunos dicen que "no hay nada como conocer a una persona con tus mismos gustos". Otros dicen que "dos polos opuestos se atraen" pero... ¿que prefieres tú? Esta es la historia de Tanit y Kilian...