3.

48 5 2
                                    

—Me llamo Kilian, ¿te gustaría probar otra especialidad de bebida? ¡Ésta, es muy deliciosa!.

—Si piensas que te voy a decir mi nombre sólo porque tú lo dijiste, estás muy equivocado, Kilian —lo dije un poco desafiante y grosero.

Esta muy equivocado si piensa que hoy tendrá dos conquistas, conmigo no cuentes.

—No espero nada de niñitas malcriadas como tú... —al decir "niñitas" lo dijo con el mismo tono del cual hablé —, ¿vas aceptar el trago o no?.

Varias razones para no aceptar intenté que se me instale en la mente. La primera, no debo beber cosas que me dan los extraños, y la segunda..., no, no hay segunda. ¿Que tengo perder? Nada, absolutamente nada.

—Bueno, ¿dónde está?.

—El mismo vaso que tengo en mi mano —habla sonriente y me ofrece su vaso. Dudé otra vez, pero al final decidí agarrar el vaso. Él prosigue—. No tengas miedo, N.S.N. no le puse nada malo.

—¿Cómo me dijiste? —lo dije apartando el vaso de mi boca. ¿Me habrá insultado?.

—N.S.N. "Niñita Sin Nombre" así te bautizo —sonreí con lo que dijo, pero no lo tomé a mal.

Si él piensa que con eso me voy a molestar y le diré mi nombre, realmente está muy equivocado. Decidí tomar un sorbo del vaso.

—¿Es un moonshine? —Pregunto, mirándolo con indiferencia—. No pensé que te gustarán estos tipos de bebida.

—Pensé que no ibas a saber —lo dice muy sorprendido.

Siendo sincera no sabía que bebida era, pero tampoco iba a quedar mal delante de este tipo que se cree la gran cosa, y dije cualquier bebida que se encontrara alrededor de mí. Tuve suerte, mucha suerte.

—Me tengo que ir Kilian. Espero no verte más —devolví su vaso vacío y él sigue con su estúpida sonrisita.

—¿Por qué no? ¡Acaso tienes miedo de enamorarte de este encanto que ves aquí! —me causo mucha risa lo que dijo y por supuesto, no pude aguantar reírme.

Así que me puse levanto de esa silla y le respondo entre risas.

—Recién te conozco Kilian, pero bájate de esa nube de alto ego y espero que a lo que caigas sea en un poso lleno de heces —volteo para irme, pero escucho su risa tonta de nuevo y tuve que decir cualquier cosa que se pase por mi mente—. ¡Ah! Y no eres mi tipo

Odio los chicos creídos.

Cuando estaba apunto de salir de ese centro, él grita un: "ya lo veremos n.s.n.". Con eso camine más de prisa.

Le había pedido de favor a Eme, que me viniera a recoger en su carro. Él siempre hace eso cuando salgo a pasear.

Su carro es un chevrolet spark plomo.

—Saliste rápido, ¿cómo así?.

—Un estúpido me amargo la noche. —entré a su carro muy molesta.

—Cuéntame sobre eso. —¿en serio? Y todavía lo pregunta muy intrigado. Ya sé lo que vendrá después. Eme, modo manipulador.

—De verdad, no tengo ganas de hablar de él.

—Ese es tú problema, que tú nunca te quieres desahogar... Ni conmigo. —como lo pensé. En todas las veces que él dice eso, es cuando más quiere saber. Poco a poco a sabido sacarme información, aprendió a manipular.

—Esta bien —acepto mi derrota, estoy cansada —. Pero aquí no, mejor cuando estaciones el carro abajo de mi departamento.

Siguió manejando tranquilo hasta llegar a mi departamento.

¿tú no sabes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora