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—No, no fui, regresé a la semana—se excusa mientras ríe apenado—. No tuve ninguna comunicación en ese tiempo con ella. Y cuando pisé de nuevo al colegio, Idara corrió donde mí disque preocupada—hace una pausa para tomar un sorbo de agua—. Mi plan era seguir con ella y vengarme, pero fui un debilucho al ver lo hipócrita que es... O fue y no conseguí mantenerme. Ese mismo día la dejé, le conté toda la verdad ¿y sabes lo que dijo? Estas fueron sus palabras, tal cual las diré porque me fue difícil olvidarlas, en algunas ocasiones me atormentaban y las repetía yo mismo para desterrarla de mi mente: "Kilian, no pienses que nunca te amé porque si lo hice, pero al principio de nuestra relación. Tenemos dos años juntos y hoy en día me aburres, por eso estoy probando con otros hombres. Tampoco quiero dejarte hasta estar completamente segura del chico con el que estoy". Sus malditas palabras me dolieron y marcaron toda mi maldita existencia. Lo peor que hice fue llorar al frente de ella... Mi peor error.

Él aprieta sus labios y se aclara la garganta, lo que me hace suponer que está apunto de llorar. Inmediatamente recuerdo a Mario, él lloró ese día cuando le dije toda esa crueldad, de verdad le afectó y espero de corazón y le ruego ahora a Dios, que nunca decida cambiar esa personalidad tan bella que tiene y que casi me enamora.

—¿Qué hiciste con el collar?.

—Todavía lo tenía en mi maleta y al salir de clases lo quería botar al basurero, pero decidí mejor regalarle a cualquier vagabundo que encontré. Lo que pensé luego fue... ¿por qué cuando un hombre ama de verdad a una mujer, ella juega con él? ¿por qué no soy como los demás hombres que solo se divierten con las mujeres y luego las dejan? Y sobre todo... ¿por qué tuve ese propósito tan estúpido en un mundo lleno de mierda? Tanit... Tuve los peores pensamientos, claro, nada de acabar con mi vida, este buen mozo no podía dejar de existir —lo dice con altivez y prosigue—. Me odié, me odié por dejar que me hicieran daño. Y comencé... Me propuse joder con cualquier mujer que me pareciera simpática y a no volver a enamorarme jamás. Fui una mierda con personas que si me querían de verdad.

Es decepcionante cambiar lo mejor de ti por personas que no lo merecen ¡pero qué doble moral la mía! Yo creo que también hice lo mismo.

—¿Nunca te arrepentiste por lo menos de una? —sí, sé que hago bastantes preguntas, pero tengo mucha curiosidad.

—¿Quieres saber también eso? ¡Qué flojera!.

—Quiero saber todo de ti —veo como sus ojos se iluminan. Ahora sé apreciar eso.

Me cuenta sobre Galicia, al principio cuando lo escuché me pareció un nombre raro, dice que era creída, más o menos bonita y recalca en que específicamente, no le hacía caso a nadie, un desafío perfecto. Se propuso a conquistarla y aunque escuchar su técnica, de su propia boca me produjo un desconcierto porque es la misma que yo utilizo para enamorar. A los dos meses ya estaban juntos, ella lloraba cada vez que él le decía cuanto la amaba. Para Kilian fue difícil creerle, como era logico, no confiaba en nadie.

Galia era muy estudiosa, estudiaba medicina y se auto-educaba leyendo cosas de química. Lo más cursi que escuché fue que ella le pidió a su padre que en vacaciones la dejara vivir en una hacienda, que tienen ellos, y así los dos pudieran coger tranquilamente. Y lo más loco que para llegar allí era un completo desafío y de solo imaginarlo hasta pereza me dio. En conclusión al terminar su noviazgo, la chica se puso a llorar, lo llamaba e insistía mucho. Kilian experimentó por primera vez la lastima hacia una mujer.

—Yo me transformé en lo que más odié de Idara, pero me cerré tan feo mentalmente que no logré parar. Menos a lo último porque dijo que se las iba a cobrar y hasta la vez.

Inmediatamente eso ultimo me hace acordar de Andra y su amenaza, ¿cómo estará ella, ahora? Espero que bien. Luego me preguntó lo mismo y cuando iba a responder llegaron los enamorados y nos interrumpieron.

¿tú no sabes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora