15.

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—¿Kilian? ¿qué ya me extrañas? Pero si nos vimos hace poco —lo dice en un tono tan irónico que impulsivamente sonreí. ¿ella puede causar estos momentos?.

¡Necesitas ayuda, concéntrate!.

—Necesito tu ayuda, ¿nos podemos ver abajo de tu departamento, ahora?.

Supuse que iba a demorar en responder, pero no fue así. Respondió con rapidez un —Sí.

Quité el embrague y puse mi auto en marcha... A esta hora de noche, las calles se ven tan vacías, y es lógico, al día siguiente la gente trabaja o estudia.

Para mi conversar con una mujer de madrugada es diferente, no se compara con el resto del día. El silencio, la oscuridad o una buena lluvia compaginan el momento y en ese instante hacer el amor con la persona deseada ¡Uff! Es perfecto... Y conste que dije hacer el amor no tener sexo.

Estando a una cuadra de su departamento la veo recostada cerca de la entrada de su edificio, freno a raya, como siempre, me encanta hacer esto. Tanit se percata por el ruido que hice se da cuenta de mi llegada y va donde estoy. También frene así porque quise que saliera de sus pensamientos, ella estaba con su mirada perdida.

Ahora que la veo más de cerca, su pijama no es tan sensual; tiene un camisón de color morado y supongo que ha de tener un short por debajo.

Pensé que era sexy hasta para dormir. Que pensamientos tontos se tener, sin embargo, no le queda mal. Ella entra al carro y por consiguiente cierra la puerta... Mejor apago el auto, no quiero que vea el golpe que seguramente tengo en mi rostro.

—Ya estoy aquí. Dime.

—Me fui de casa de mi madre... ¿será que puedes darme posada en tu departamento?.

Fui directo al punto, no iba hablar con rodeos. No ahora.

—Pensé que tenías mas amigos.

¿Más amigos? Mis únicos amigos son mi prima, mi madre y ahora tú ¡no tienes derecho a decirme esto ahora que estoy mal! ¡¡NO LO TIENES!!. Fue un estúpido error pedirle ayuda... ¿En qué mierda estaba pensando?.

—Bájate de mi carro, pediré ayuda a otra persona ¡MUÉVETE! —respondo, indecoroso y enciendo de nuevo mi auto con esperanza que entienda el mensaje, pero nada—. ¿QUÉ ESPERAS?.

Y en vez de bajarse, hace algo que no lo esperaba. Saca las llaves del carro y sale con ellas.

¿Qué le pasa? Esta mujer me confunde mucho. Nunca entenderé a las mujeres, nunca.

—Pensé que era broma Kilian ¡cálmate! Ven, vamos —. No voy hacerme el digno ahora. Necesito su ayuda.

Bajé de mi carro y saqué de la cajuela esa misma maleta que arreglé para viajar, tuve suerte que haya olvidado sacarla antes de entrar a mi casa... Casa de mi madre, me equivoqué.

Tanit me estaba esperando en la entrada de su edificio, ya que no sé exactamente donde queda su departamento. Mientras subíamos hasta el segundo piso, dos preguntas vienen a mi mente... ¿de verdad viviré con ella, con una chica que apenas conozco? Y principalmente ¿cómo a pesar de eso puede generarme confianza?.

Terminamos de subir esas escaleras y Tanit se queda en frente de una puerta que se distingue a primera vista. Y como sospeché, alza un poco su camisón y deja ver su short angosto de dormir, coge una pequeña llave de allí y abre esa puerta. Yo entré después de ella.

—Ok Kilian. Aquí vas a dormir, esta será tu nueva cama —señala el único mueble que se distingue al entrar. Se ve cómodo o al menos eso espero.

¿tú no sabes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora