De la A a la Z °Solangelo°

F de Frío

Nico salió de su cabaña con una chaqueta bien gorda y calentita, sentía que ese día hacía frío en exceso para estar en el campamento y no se equivocaba, pues todo el campamento estaba cubierto de una pequeña capa de nieve.

Estaban en Navidad y todo el mundo estaba decorando las cabañas por lo que la nieve animo a los campistas que habían.

Era 24 de Diciembre por la mañana, lo que significaba que no se esperan más campistas. Sólo los que pasaban el año entero en el campamento.

Como Will y Nico.

Nico pasó por el comedor y cogió algo de comer. Mientras se iba comiendo su tostada fue a buscar a Will, suponía que estaba haciendo decoraciones en la enfermería.

A Will le gustaba que el espíritu navideño estuviera en todas partes, adoraba la Navidad, por el contraria a Nico que le era bastante indiferente.

Efectivamente, lo encontró en la enfermería decorando un árbol que había puesto en la entrada.

-No vas a hacer un muñeco de nieve?

Will lo miro de lado y sonrió.

-Sabía que esa peli te gustaría.

Nico se encogió de hombro y Will soltó una carcajada para luego cojer la mano del moreno y tirar de el hacia la cabaña 13.

- Y si hacemos el muñeco aquí?

Nico volvió a encogerse de hombros. Will entendió eso como que tenía via libre y empozo a recoger nieve.

Ambos chicos estaban cansados luego de hacer 2 muñecos de nieves y con mucho frío, por lo que entraron a la cabaña de Nico para entrar en calor.

Will se sentó en la cama, apoyado en el cabecero. Le indico a Nico que se sentara entra sus piernas. Y Nico lo hizo. Pero decidió acomodarse frente a frente. Hundió su cabeza en el cuello del rubio y lo abrazo con los brazos y las piernas. Nico tiritaba ligeramente, era más fácil enfriar a un hijo de Hades que a un hijo de Apolo.

Nico se removió en el regazo de Will y acaricio su nariz contra el cuello chico. Will ahogo un gemido y susurro en la oreja del moreno

- Me gusta que tengas frío.

-A mi me gusta que me lo quites.

Will soltó un gemido y giro su cabeza para besar a Nico.

No hace falta decir que enseguida el frío se evaporo de la estancia.