I de Inframundo

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Will esta a preocupado. Hacía ya 2 semanas que no veía a su novio, Nico.
Había preguntado a cada campista, espíritu de la naturaleza y monstruo amigable. Pero nadie sabía donde estaba.

Esperó que el campamento Júpiter tuviera noticias de su paradero, pero sabían lo mismo que en el campamento mestizo. Nada.

Cuando llegó la tercera semana sin noticias de Nico, Will estaba que se subía por las paredes, cada vez era más incapaz de curar como buen médico hijo de Apolo. Su comportamiento empezó a ser errático y sin duda le daba igual hablar mal a cualquiera, incluido el propio director del campamento, Dionisio.

Cuando una idea se implantó en su cabeza no hubo nada que pudiera hacer para sacarla de su mente.

Con toda la prudencia que podía optener en su estado, se escapó hacia la ciudad de Nueva York, para ser más exactos, a central park.
En una ocasión había escuchado que la puerta de Orfeo al inframundo estaba allí, y si alguien podía abrirla era un hijo de Apolo.

Desde luego sus aptitudes musicales no eran las mejores del mundo, pero si lo suficiente como para poder colarse por esa pequeña grieta hacia el inframundo.

Will esperaba que estuviera allí, y si no, espera que Hades si supiera el paradero de su único hijo.

El túnel era cada vez más estrecho y cerrado y a pesar de que Will no veía nada, siguió adelante. Tanto tiempo con Nico le había acostumbrado a la oscuridad.

Cuando por fin llegó abajo se asusto, pero se trago el miedo y siguió adelante, eso lo hacía por su novio.

Tardo un poco en llegar al palecio del dios Hades, quien para su sorpresa, lo esperaba junto a la puerta.

-Quieres morir niño?

-No. Solo vengo a buscar a Nico, desapareció hace 3 semanas del campamento. Estoy preocupado.

Hades no dijo nada, pero dejó pasar a Will al interior de su palacio. Sabía quien era ese chico. Y admiraba la valentía que mostraba al bajar hasta allí solo para ver si estaba bien uno de los hijos de Hades. Algo que jamás había sucedido.

-No tienes miedo de la oscuridad, hijo de Apolo?

-Soy el novio de Nico Di Angelo. La oscuridad se hizo parte de mi hace tiempo, cuando decidí amarlo.

Hades no dijo nada y siguió andando por los pasillos con Will detrás.

Al llegar a unas puertas Hades se detuvo y tras indicar a Will que entrará, desapareció entre sobras, al igual que el truco inframundesco favorito de Nico.

Cuando abrió la puerta se encontró con una sala, prácticamente vacía salvo por un sofá de color negro ante una chimenea cuyas llamas eran de colores púrpura espeluznantes.

Nico se encontraba en dicho sofá, las llamas le daban un color y unas sombras siniestras a su rostro, haciéndole ver más adulto y peligroso.
Will se dirigió hacia el sofá sin hacer ruido, para no alarmar a Nico, se sentó a su lado y le envolvió entre sus brazos. Nico se dejó abrazar sin sobresaltarse ante el contacto. Puede que no hubiera mirado hacia Will, pero si había sentido la energía solar que el cuerpo de Will desprendía inconscientemente para neutralizar el exceso de oscuridad.

-Debías haberme dicho que estabas aquí, casi vengo por el camino rápido. Muerto de preocupación.

-Hace 1 año, Bianca decidió renacer.

-Lo se amor, pero yo estoy aquí, siempre voy a estar aquí.

Nico giro su cabeza y dejó un pequeño beso en los labios del rubio.

-Te quiero Will Solace

-Yo también te quiero Nico. Hasta el inframundo y más allá.

De la A a la Z °Solangelo°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora