Bajo las estrellas

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El tiempo era un poco más frio de lo normal, además llovía a cántaros y la lluvia parecía no cesar. No me molestaba los días lluviosos me traen un buen sentimiento, extrañamente recuerdo cuando veía peliculas con mi madre. Los protagonistas siempre compartían un beso bajo la lluvia, ¿sería bueno que besara a alguien bajo la lluvia? Es una lástima en mi vida no hay nada especial con quien hacer eso.

- Hey, tu turno - Hawks estaba acompañandome, trajo consigo su juego favorito las cartas.

- Creo que ya perdiste - Dije mostrándole mis cartas, se podía observar la decepción de Hawks.

- ¡Haces trampa! ¿Como es posible que llevamos jugando más de 1 hora y has ganado todas las partidas?

- No lo se. Tu me enseñaste a jugar - Respondí triunfante.

- Ya no quiero jugar - Hawks se cruza de brazos tras de haberme tirado las cartas, por su infantil acción reí .

- Que bien que reconozcas tu derrota - Comenté. El arqueo un ceja.

- Podrás ganarme en esto - Respondió mientras me señalaba con su dedo - Pero soy mejor heroe que tu - Me sacó la lengua y se reincorporó.

- Puedo superarte - Respondí - Solo faltas que me enseñes, como me has enseñado a jugar cartas ¡Enséñame a rescatar personas!

Hawks me miró , reconocía esa mirada. Pude jurar que recordé un vago momento. El estaba sentado mientras yo practicaba combate cuerpo a cuerpo. Hawks me había exigido perfección y no quería decepcionarlo. Con cada gota de sudor que de mi cara brotaba me miraba con ganas de que cumpliera sus expectativas. Esa mirada la habría reconocido.

Luego de ese recuerdo que se me vino a la mente no comenté nada, no le dije nada a hawks. Solo me quedé en silencio.

Unas horas después. Estábamos los dos tumbados en el sofá el me contaba de lo deprimido que estaba porque se le había caído su helado al suelo, me contaba que el otro día se le daño su reloj. Mencionó que sería un año de mala suerte.

- He traído algo - Comentó espontáneamente el pelirubio, sacando de su bolsillo un collar. - Solo aceptalo y no digas nada.

- Es lindo pero... - Miré su cuello y vi que tenía uno también. - ¿Es el mismo que el tuyo?

- Si solo me gusto y me compré uno también - Observé como tartamudeo un poco. - Pontelo.

Vi collar, era extraño era de cadena de metal, tenía un círculo central, adentro tenía una clase de colores extraños que no combinaban entre sí, pero era una especie de puzzle que se podía mover. Suelo ser muy torpe para esto asi que decidí no resolver el puzzle por ahora.

- Gracias es hermoso - Sonreí mientras me ponía el collar.

- Si lo se - Respondió tan arrogante como siempre.

Ese día fue un día normal. No hubo nada nuevo. Me quedé en mi habitación, Hawks se había ido después de que mi Madre viniera y les diera las gracias porque me había cuidado.

Me iba a dormir, pero siento alguien golpear mi ventana.

- ¿Quien es? - Me alarme pero fui con cautela.

Me asomé vi la silueta de un hombre y lo reconocí al instante.

-¿Hawks que haces? - Dije mientras lo miraba confundido. - Si mi mama supiera que estas aquí, lo puede malinterpretar.

- Necesito que vengas rápido - Dijo afanado.

- No puedo - Respondí confundida.

- Solo ven - Me tomó de la mano y me obligó a ir con el. Al principio estaba quejándome de que hacía frio, pero me paso su chaqueta. Tambien le dije que estaba loco y que no volviera hacer eso, pero me mando a callar. Si tenia algo que mostrarme ojalá valga la pena.

Llegamos a una especia de campo de futbol. El césped se veía húmedo a causa de la lluvia. Hawks me dijo que me acostara.

Cuando dirigí mi mirada al hermoso cielo estrellado, pensé que si valió la pena. El hermoso paisaje estelar era indescriptible, podía jurar que no había visto nada igual. Hawks acto seguido se acostó al lado mío. El me explicaba que mientras entrenábamos en las noches se hacía un lindo cielo y ambos mirábamos las estrellas juntos. Mencionó que nunca me olvidaría de eso. Pero me esforze por recordar e igual le dije que si lo recordaba. Asi es estoy mintiendo por ti.

- Las estrellas fugaces anuncian la muerte de una persona - Hawks mencionó - Es un mito.

- ¿Enserio? - Pregunté.

- Si, pero aveces los libros mienten.

Sentí la mano helada de Hawks tocando mi mano. Ese tacto me causo un escalofrío. Acto seguido me levanté y vi que aún no nos habíamos soltado las manos. Era una bonita noche, los ojos de Hawks tenían un brillo único, parecían las estrellas del cielo.

Empecé a notar mi corazón extrañamente tranquilo. Ambos bajo el cielo nocturno mirándonos el uno al otro, viendo el universo que tenemos a través de nuestros ojos ¿Que teníamos que hacer ahora?

Hawks puso sus manos en mis hombros y me besó.

Sus labios eran cálidos de alguna forma me sentía segura y protegida era una sensación extraña. Me dejé llevar y le seguí el beso mientras los segundos pasaban ambos nos quedábamos sin respiración, no podíamos vernos las caras no podía dar alguna opinión de lo que significó para mi. Le acaricie el pelo cuidadosamente respirando entrecortadamente. Sin poder articular palabras. Ambos apoyamos nuestra frente contra la otra. Le sujete con fuerza.

Besar un básico instinto humano.

Luego de eso volvíamos a mirar al cielo y vimos como una estrella fugaz paso. Ninguno dijo ni una sola palabra.

Era una noche linda, si hubiese sabido que era el único momento que pasaríamos juntos podía recoger todas las fuerzas del mundo y haberlo vivido detalladamente para recordarlo hasta la eternidad.

Tus alas《 Hawks X _____》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora