Capítulo 6

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Los pecados estaban nuevamente en el café. Cómo ya era costumbre. Al igual que en esos últimos días ver a Simón.

-Que nos toca este año-. Le preguntó Simon quien estaba el la mesa contigua a los pecados.

-Un disfraz-. Le respondió Jericho graciosa.

-¿Cuál?-. Simon se oía un poco fastidiado.

-Tolkien-.

-Vaya-. Simon sonrió, iba ser difícil hacerlo en una semana.

-Aunque ya que el año pasado no sé pudo...-. Empezó Jericho -Podemos utilizarlo.

-Pero solo nos queda este y dos anos mas-. Simon sabía que no sería fácil. Pero ya terminarían con esa penosa tradición.

-Si, pero no sabia que nos reuníamos y no lo prepare. Y solo tendría qué hacerle ajustes a el del año pasado y el otro no lo tendré listó en una semana.

- Supongo qué podemos-. En eso jericho tenía razón.

-De que discuten tu novio y tu-. Se metió Ban.

-De su disfraz de Halloween. Es obvio-. Le dijo Miroku.

-Qué infantil-. Se burló Ban. Y Jericho lo miró fulminante. Ese idiota iba a empezar con sus burlas.

-Cada año ella y Simón sé disfrazan en pareja. Y Gustaf y yo los seguimos-. Explicó Miroku muy emocionado.

-No esta claro-. Le dijo Diane un tanto confundida.

-Si ellos se disfrazan de príncipes nosotros somos los reyes. Si son demonios nosotros somos los 10 mandamientos-. Meliodas, merlín, Escanor y Ban empezaron a reír. Habían entendido esa referencia. -si son monagillos nosotros somos obispos o algo así.

-Es una tradición que nuestras madres nos impusieron y nunca habíamos dejado de hacerlo-. Comento Simon.

-Late, capuchino. Café. Te americano-. Jericho iba diciendo los pedidos mientras se los entregaba.

-¿Habían?-. Preguntó Meliodas. Y Jericho noto lo similares que eran él y Ban.

-Él año pasado tuve un accidente y no pude venir-. Les explico resolviendo la duda de todos. -Pero ya es pasado.

-Tu y Jericho deben ser muy cercanos-. Comentó Elizabeth con una sonrisa.

-Lo somos-. Afirmó Simon muy contento.

-Aveces tienen diferencias pero en estas fechas siempre se contentan-. Volvió a hablar Miroku.

-Y qué tan cercanos-. Preguntó un sugerente Meliodas.

-Pues, crecimos prácticamente juntos-. Les dijo Simon, todos esperaban que hablara Miroku. - dormíamos juntos, jugábamos, nos bañamos juntos. Tal vez quiera bañarse uno de éstos días-.
Jericho le dio un gran pisotón. Aquel Simon bromista y pervertido la estaba cansando

-Comienzas a agotar mi paciencia-. Le dijo muy molesta.

-Era broma-. Simón sé cubrió la cara con las manos. Sabía lo violenta que podría ser Jericho.

-Yo no estoy bromeando-. Le advirtió. Y fue a continuar con su trabajo. Dejando divertidos a varios de sus amigos y con una sensación incomoda a cierto peliblanco

Jericho llegó a su antigua casa y verifico que no estuviera Gustaf, subió al ático y buscó lo que necesitaba.
Término pidiéndole ayuda a Miroku. Y juntos llevaron las cosas.

-Jericho que haces-. Le preguntó Guila desde el marco de la puerta de su habitación. ya que no la había cerrado por completo.

- Terminaba algunas cosas-. Le respondió mientras dejaba algunos hilos y agujas en su mesa.

-Oh- Guila entro y algo junto a la ventana le llamó la atención. Había un bulto del tamaño de Jericho cubierto con una manta

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