Capítulo 32

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Volvió al trabajo. Aunque no a la escuela. Matthew y Henry llevaron sus tareas a la escuela y la mantenían al día con los clases.
En esos instantes se encontraba a fuera de la cafetería sacando la basura. Cuando alguien la halo y le acorraló contra la pared.
-Ban-.
-¿Estas bien?- la misma pregunta acompañada de un besó. Eso era raro, no era que no le gustara. Sólo que no era normal. Se besaron con ferocidad. Y Jericho tuvo que detenerlo antes de que terminaran haciéndolo en el Callejón.

-¿Paso por ti esta noche?- Jericho asintió, se arreglo la ropa y volvió a la cafetería.
Enserio que había veces que no lo entendía

Había ido por ella. Y no durmió casi nada. Eso no era extraño, lo extraño era la forma en que lo hacían. Era ¿delicado y rudo?. No sabia describirlo, Solo sabia qué algo cambio y otra cosa era aun mas notorio. Las marcas que le dejaba

Antes le habia dejado algunas marcas, pero nunca visibles. No era una res para que la marcara. Aunque, debía admitir que en el momento era excitante.
Cuando se lo reclamó. Sólo empezó a reír. Y no le contestó en su lugar la beso y volvieron a tener relaciones.

-Jericho-. Le habló Ban, mientras se aferraba a ella.

-No vas a hacer tu pregunta otra vez. ¿Cierto?

-Porqué la evitas.

-Porque insistes-. Jericho suspiró, no quería hablar de ello, al menos por él momento -Ban, todos tenemos secretos. Que en algún momento salen y son rebelados. No es el momento de este.

-Bien...- Ban le dio la espalda, Jericho se abrazo a él, hundiendo su cara en la espalda de Ban.

-Cuando este lista te lo contare.

-Helbram ya lo sabe-. Replicó Ban. Le molestaba que alguien supiera más cosas de Jericho que él. Estaban juntos. ¡Porqué no podía confiar en él!

-A Helbram lo conozco desde mucho tiempo. El sabe mucho de mi. No estas celoso ¿Verdad?-. Ban respiró, eso lo sabía perfectamente, sabía que Helbram sabía cosas de Jericho que nadie más conocía, pero, aun así, no dejaba de molestarle.

-¿Debería estarlo?

-No. Aunque el fue el primer hombre en verme desnuda. - Escucho un bufido de parte de Ban. Que le ocasionó gracia -¿Te enojaste?

-No. - Jericho lo jalo para recarga su espalda en la cama, se sentó sobre él y le sonrió.

-¿Seguro?

-Ths - Jericho le besó. Comenzaban a gustarle hacerlo enojar.
Se ponía divertido el asunto.

-No me gusta tu pasatiempo

-¿Cuál?-. Preguntó confundida.

-El estar molestandome para después tener sexo.

-A mi me parece entretenido-. Parecía que Ban había descubierto su juego. El era muy observador, que más podría pasar.

-Pues a mi no-. Ban cambio posiciones dejando a Jericho abajo.

-Y qué harás al respecto-. Lo reto muy divertida

-Voy a castigar

-Y cómo.

-Nos vemos en una semana-. Ban estaba por levantarse cuando Jericho habló

-¿Estas seguro? Mañana es mi día libre

-Puedo castigarte otro día-. Jericho sonrió, sabía que Ban no se resistiría a pasar una noche con ella. Al igual que ella no se  resistiría a nada que el le pidiera.

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