Capítulo 33

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Tenía un poco de tiempo libre, así que aquí les dejo otro capítulo

Navidad la pasaría con Gustaf y Ban. Gustaf parecía estar cómodo con la idea .
Era la primera navidad que pasaban como algo más que amigos. Y frente a su hermano.

-El capitán quiere qué vaya a ayudar en algo. Vuelvo después-. Le informó Ban a Jericho -Nos vemos en un rato.

Jericho asintió con una sonrisa
-Vamos a intentar cocinar-. Le dijo a manera de despido.

Cuando Ban regresó. Encontró a ambos hermanos totalmente sucios. Harina, salsa y mucha cosas más.

-No voy a preguntar- Jericho empezó a reír. La cara de Ban era para una fotografía.

-¡Dame un abrazo Ban!-. Jericho estiró los brazos y dio un par de pasos hacía él.

-Ni lo sueñes -Jericho se acerco a Ban. Pero el retrocedio. Ban estuvo huyendo de Jericho hasta que ella lo atrapo por la espalda, él rendido se volteó y Jericho lo besó.

-¡Hay por favor!. Iré a bañarme_ les dijo Gustaf y los dejo solos.

-Me has batido todo-. Se quejo Ban.

-Yo lavaré tu ropa, Pero antes, debo quitártela

-Viéndolo de ese modo. Puedo dejar que me ensucies cada que quieras-. Jericho paso sus manos por su cuello.

-Cuándo yo quiera. Me gusta como se oye-. Jericho lo besó otra vez, evidentemente, sus besos eran adictivos. -Ahora, iré a bañarme

-Te ayudo-. Le aviso Ban.

-Estoy tan cansada que te aceptó la ayuda

Ban la cargo. Su hermano no estaba presente, así que debía aprovechar.

Ban termino haciendo la cena de navidad, después de que Jericho y Gustaf limpiarán su desastre. Mientras el cocino Jericho y su hermano jugaron video juegos. Nunca había visto unos hermanos como ellos

Conocía a los hermanos de Meliodas, y ellos tampoco eran comunes ellos eran unos idiotas. Conoció a... agitó su cabeza no debía pensar en ella. Aunque... no había pensado en ella hacía meses. Eso era bueno ¿No?

Saco el pavo del horno. Y miró a la sala, Jericho hacia un extraño baile sobre el sillón
-Ya madura, ¿quieres?-. Le dijo su hermano

-Consigue te una novia, ¿quieres? -. Le contesto de forma infantil.

Ban y Jericho acomodaban la mesa cuando Jericho se alejo para atender una llamada

-Es Guila. Pregunta si se nos puede unir-.

-Por mi está bien - Contestó Gustaf y Jericho le sonrió con pesar. Su hermano debía cambiar sus estándares.

-Sí. Te esperamos

Minutos más tarde llegaba Guila y Zeal. -¿Gowther no viene?-. Preguntó después de saludar a Zeal con un caluroso beso en las mejillas. Cosa que ruborizó al pequeño niño

-No. Ha ido a no se que lugar y regresa en unos días-. Fue la respuesta de Guila. Guila puso la comida que llevaba sobre la mesa y se sentó junto a Jericho.

Jericho estuvo hablando con Guila y después se pusieron a beber. Ni a Guila ni a Jericho les importo beber de más. Sabían que estaban en buenas manos.

Ambas se quedaron dormidas en el sillón, mientras Zeal dormía en una de las habitaciones para visitas.

Gustaf arropó a Jericho correctamente con la cobijita que siempre tenía en el sofá. La habían dejado ahí, porque Jericho solía quedarse dormida ahí. Y negarse a levantar.

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