Capítulo 23

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Cerca de las dos de la mañana abrió su ventana y salio. Escalo hacia él techo.
Era la primera vez que subía. Pero ya había querido hacerlo antes.
Se reclinó y miró el cielo nublado eso ya no era novedad.
Sacó una cajita de su sudadera , la miro con desinterés. Ni siquiera se acordaba de ellos.
Por lo menos tenían 5 meses, pero cual era el problema. Aun se quemaban.

Y encendió un cigarrillo.
Usualmente dejaba qué se consumieran, le gusta verlo consumirse, cómo todo se consumía y se volvía polvo, le dio un par de caladas, ayudar a que sé volviera cenizas, no haría ningún daño, menos a ella. Que necesitaba un poco de relajación

-Asi que si fumas-. Jericho maldijo su suerte. Esperaba que el no estuviera cerca.

-¿Qué haces aquí?

-Me has dejado a fuera. Y no estas dormida.

-Quería estar sola.

-¿Ya no?

-Quiero estar sola -A Ban no le importo. Y se sentó a su lado

-¿Te molesta?

-¡Si! Tu me molestas.

-Antes no pensabas eso.

-¡Qué!-Ban le beso el cuello.

-Ban detente...

-No...

--Por favor. Detente. -De alguna forma Ban la sentó en sus piernas. Y siguió besando su cuello.

-No quiero detenerme y sé qué no quieres que me detenga...

-Ban...- Estaba flaqueando ante su decisión. -No aquí.

-Nadie puede vernos...

-Pero tengo frío.

-No lo vas a sentir..

-Vamos a mí cuarto.

-Jericho. ..

-De verdad, no quiero hacerlo aquí-. Jericho no se sentía cómoda para hacerlo en un lugar así. Incluso en la habitación, temía que Zeal o Guila pudieran verlos. Y le preocupaba mucho más Zeal. 

-Bien...- Ban la soltó y bajaron a la habitación

A penas Ban entró, tomo a Jericho y la llevo a la cama. Estaba molesto porque Jericho lo estaba evitando. Eso era evidente.  

-Ban, estas dormido-.  preguntó Jericho. Ya que después de varias vueltas en su cama. No había podido dormir. Insistió una vez más, pero no obtuvo respuesta. 

-Parece que si-. Susurró.
Jericho sé giró y lo miró. Lo tenia de frente. Acarició su cabellos. Helbram, tenía razón. Los peliblancos la volvían loca. 

-Ban... - Le llamo una vez más en susurro. Se veía tan lindo dormido
Sintió su corazón acelerarse y enseguida, sintió picor en sus ojos . Sabía lo que pasaba, lo único que  intento evitar los últimos meses. Sus sentimientos por Ban, iban en aumento, y en gran  parte, el tenía la culpa. 
  -No quiero que me trates muy diferente a como lo hacías-. Le pidió, pero era obvio que el no lo escucharía.  - Me gusta discutir contigo porque es divertido- Se dijo más para sí que para él. Los últimos días no había discutido como solo ellos lo hacían. Y eso la preocupó más. -Me gusta que me beses, también como me tocas-. Admitió -Pero, no me gusta que seas más atentó porque no quiero perderme en ti, sentir que te necesito. Me asusta. Y se que si me enamoro de ti, solo encontraré sufrimiento al final-. Ella ya lo sabía.  No podía negar lo evidente. 

Jericho se acomodo en la cama. Y trato de a alejarse de él. Cosa que no le funciono, ya que Ban la había atrapado en sus brazos. Haciéndola sentir un escalofrío y debilidad.

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