Capítulo 31

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Jericho ya habia comenzado con su traje. No es como si necesitara mucho tiempo para hacerlo. 
Era viernes por la noche y Jericho se encontraba en la taberna, no le agradaba la idea de dejar  a Zeal sólo en casa, aunque el dijo que estaría bien. 
Estaba sentada entre Ban y King 
Durante toda la noche tuvo varios roces con Ban. Lo cual no habia pasado desapercibido para nadie 

-¿Y ya buscaron a alguien para dejar la soltería atrás? - les pregunto el capitán 

-No moleste capitán. - Dijeron ambos a la vez y después suspiraron y se recargaron en la silla.

-Ustedes dos pasan tanto tiempo juntos que ya hasta hay sincronía en ustedes - Les dijo Guila. 

-No pasamos tanto - ambos replicaron y callaron a la par -Tiempo- jericho rodó los ojos 

-¡Quieres continuar!- A las chicas les pareció lindo y gracioso lo que pidió Jericho. 

-Y qué hacen en esos tiempos juntos-. Preguntó el capitán

-Nada de interés-. Dijo Ban

-Yo creo que es hora de irme-. Anunció Jericho.

-Pero sí es temprano 

-Es demasiado temprano, capitán es la una treinta am. Si es temprano-. Jericho no se hayaba del mejor humor esa noche.  Pero, no era su culpa. El hospital había aumentado sus días y ahora iba dos días más. Miroku no estaba muy contento con eso. Y ella tampoco, descansaba menos.

-Que rápido pasa el tiempo-. Dijo el capitán en tono soñador

-Nos vemos después. 

-¿Porqué no la acompañas Ban?- Le preguntó Margaret
 
-Puede irse sola. -Guil descubrió el pasatiempo de su novia por dejar a Ban y Jericho a solas. Lo cual le pareció totalmente extraño.

-Entonces... no te molestará ver cómo todos estamos aquí con nuestra pareja- acto seguido beso a Guill. Que tramaba Margaret se pregunto Guill

Ban se levanto sin decir nada y salio de la taberna.
Alcanzo a Jericho unas cuadras después. 

-¡Estas aquí!-. Jericho no pudo evitar emocionarse. 

-Súbete. -Jericho solo asintió. 

-¿Porqué has venido?- pregunto mientras abría la puerta 

-Tu amiga Margaret. Es muy rara 

-Se lo agradezco. Mañana es mi día libre y podemos hacer algo interesante esta noche-. Le sonrió coqueta. El descanso es para débiles. 

-Me agrada esa idea.

 
-Ban...-. Le llamo mientras se removía en la cama. 

-Crees qué sospechan algo 

-No lo sé .

Jericho se acomodó en el pecho de Ban. Tenía un nuevo lugar favorito. Y era ese. Escuchar su corazón era lo mejor de dormir a su lado. 
Ban se sintió extraño. En sus últimos encuentros ella siempre estaba así. Se acomodaba sobre su pecho y dormía 
¿Estaría muy cómodo?

Por la mañana Jericho intento levantarse. Pero no le fue posible. En cuanto se intentó levantar fue jalada y regresada a la cama.

-Qué haces .

-Quiero que me ayudes con algo-. Le sonrió Ban.

-¿Tu problema matutino?
Tenemos 15 minutos antes que despierte Zeal 

-Lo dices sin ningún pudor

-Es parte de la anatomía humana. No le veo algún problema.

-Sucia..- Le bromeó Ban.

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