Capítulo 39

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Jericho no supo por qué le habia hecho caso a sus amigas.
Estaban en su casa, la que compartía con Gustaf. Él dijo que saldría durante tres días. Y no tenía idea de como se enteraron las chicas de ello. Y organizaron demasiada cosas para ella y Ban. Todo idea de sus amigas.

-¿Por qué hacemos esto?-. Les preguntó Jericho. Cansada y fastidiada. Ella podría estar haciendo tareas o estudiando para sus exámenes

-Solo te dijimos porque necesitábamos las llaves-. Jericho suspiró,  ante las palabras de Guila

-A todas nos hacen pasar por esto. Cuando es el primer san Valentin juntos. -. Le explicó Margaret -Yo fui la primera, no ibas a escaparte de esta.

Jericho dejo pasar el asunto. Aun tenía cosa por pensar. Como el desastroso regalo que tenía planeado. Aun consideraba que era mejor esconderlos

¿Y si huía? No, no podía. Las chicas habían hecho mucho y King le habia ayudado con el regalo, no podía ser tan malo.

-Está listo-. Jericho miró a Elizabeth quien le habló

-¿Ya..?-. Eso había sido rápido.

-Ban llegará en 40 minutos. Es todo lo que tenemos para dejarte perfecta-. Le dijo Merlín con una sonrisa, y es que, aunque pocos lo creían. Merlín tenía una mente muy perversa. Y eso Jericho, lo descubrió por las cosas que decía de Escanor, cuando se le pasaban las copas.

La arrastraron a su habitación. Merlín sacó una maleta. Eso no sería bueno.

Maquillaje hecho por Merlín. Estaba nerviosa
-Solo faltan diez minutos-. Informó Guila

-Es suficiente. Ponte esto-. Merlín sacó algo de su maleta y lo arrojo

-Y esto que se supone qué es-. Jericho extendió unos pequeños trozos de tela

-Lo que te pondrás

-¿Y cómo se pone?

-Déja de jugar y pontelo

Aventaron a Jericho al baño. La curiosidad pudo más que ella y término poniéndoselo. Pero se arrepintió al instante. Pero tocaron a la puerta

-Jericho-. Era Ban. Y toda su ropa estaba afuera -Tus amigas me dijeron que estabas aquí.

-Sí. Aquí estoy

-Sabes que se traen. Guila me arrastró a las escaleras y se quedó hasta asegurarse de que entrará a la habitación

-Sí, prepararon algo.

-Puedes salir. No me gusta hablar con la puerta.

-No..

-Porque

-Sí me pasas algo de ropa podría hacerlo

-Te eh visto muchas veces sin ropa. Porqué no ahora.

-Entonces deja me quito lo que traigo y salgo-. Ban suspiró

-Sí sales yo te ayudo

-No quiero que veas esto. Es ridículo

-No creo que sea así. Además si ya lo traes puesto por qué no verlo.

-Ban...

-Ya sal-. Ban reviso la habitación. Había dos peluches en la cama. Eso no se los conocía, el único peluche que le conocía era el que le regaló Zeal y Alexander

Había una jirafa y una avestruz. Eso no le hacía mucha gracia, ella solía llamarlo de ambas formas. Aunque pensándolo mejor. El podría llevárselos ella no tenía que saber quien los tenía

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