Capítulo 20

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Dejaré esto por aquí y me iré lentamente

Jericho se levantó perezosamente, no había nadie a su lado, con las cosas de esa manera, tan incomodas, era normal que no lo hiciera.
Era la primera vez que estaba sola en casa, siempre le acompañaba alguien, ya fuera Zeal o Ban.
Odiaba haberse acostumbrado tanto a la presencia de Ban.
Frustrada preparo su desayuno. No podía dejar de pensar en Ban. En lo incomodo de la situación, en el hecho de que debía alejarse de él. Hasta qué todo se enfriara.
Se preparo para el trabajó. Mientras más ocupada estuviera menos tiempo para pensar tenia. Y era justo lo que necesitaba. Menos tiempo para pensar.

A medio día recibió una llamada de Zeal. Quería que fuera por el a casa de su amigo. Ya que Guila no había contestado el teléfono.

Miroku no se opuso a eso, adoraba a Zeal, después de todo.
Volvió después de una hora Junto a Zeal.
Miroku le comentó que habían ido los pecados a excepción de Gowther y Guila. Y se habían ido pronto. Y Jericho suspiró aliviada. No deseaba encontrarse con Ban.

Era su primer día como voluntaria. No estaba del todo nerviosa, había nervios en ella, dado que siempre le costó interactuar con las personas. Y no estaba segura de poder hacerlo. Se apresuro a salir de la escuela. Queria llegar temprano.
Se acercó a la recepcionista, para su buena suerte era la misma de la vez anterior.
-buena tarde-. Saludó

-Jericho, ¿cierto? - Preguntó la recepcionista, Jericho asintió. La recepcionista le dio un gafete con su nombre, foto y decía voluntaria.

-En un momento llegara el jefe de voluntarios

-¿Ya llego la otra voluntaria?. - Esa voz, Jericho la conocía.

-La señorita Jericho ya llego-. Afirmó la recepcionista. Jericho miró anonada a aquel hombre

-¿Jericho..?. - el hombre volteo y Jericho se sorprendió aun más. ¡Tenía que ser una broma!. ¡Entre tantas persona tenia que ser Hendrixon!

-Sabía que no podía ser otra Jericho-. Comento el hombre

-Hendrixon-. Dijo Jericho sin mucha emoción.

-¿Hendrixon?-. Preguntó entre sorprendido y ofendido.

-Dejo de ser mi profesor hace años-. Así que no había más relación entre ellos y no tenía que hablarle tan formal.

-Un poco de respeto entonces-. Pidió Hendrixon

-Senor Hendrixon. O prefiere superior Hendrixon-. El hombre suspiró

-Vamos, Jericho-. Le indicó con la mano que lo siguiera -Según me informan, esta dispuesta a cualquier área.

-Si.

-¿Cómo... archivos?

-Si.

-¿Leer a los niños?

-Supongo.

-¿Atender ancianos?

-Tal vez

-¿Estar en cuneros,

-En mi vida eh estado cerca de bebes. Pero puedo intentarlo.

-Que tal con las enfermeras

-Por supuesto-. Jericho prefería estar con los doctores, pero no se quejaría.

-¿Limpiar pisos?

-Tienen personal de intendencia, ¿no es así?

-No puedes quédate callada ¿cierto?

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