Capítulo 4

1.9K 164 43
                                    

Jericho  se encontró en la salida con Guila y con ella los 7 pecados. Había considido varias veces ya. Y sólo compartían algún saludo. No es como si se fueran a hacer amigos de la noche a la mañana.

-Cómo estas jericho-. Le pregunto Elizabeth a manera de saludo.
 
-Bien-.

-Es la semana de examen y proyectos-.
Los últimos exámenes del año.

-Ya no mas exámenes-. Celebró Jericho.
 
-Volviste a exentar-. Le preguntó Guila emocionada. Jericho no había sido una gran estudiante, pero cuando se proponía algo, no descansaba hasta conseguirlo.

-Si.. 

-Bueno tres semanas de desvelo tenían que valer la pena-. Le dijo Guila.
 
-Bienes con nosotros. - Jericho reviso su reloj y suspiro. Solo tenia algunas horas, por suerte ya no tendría tareas

-Claro- Jericho se quedo hasta atrás. Ya que las chicas no notaron que Jericho se detenía a ver el reloj .

-Hey perico, en verdad huelo bien-. Se le acercó Ban haciendo nuevamente esa extraña pregunta.

-¿Qué? ¿De que hablas?

-Tu dime-. Le dijo con una sonrisa burlona

-¡No se de que hablas!-. 
Ban se adelanto dejando a Jericho con la duda

Qué se traía Ban. Le había estado jodiendo cada que la veía. Estaba muy exasperada, más con el último suceso, con el que esperaba, Ban dejará de molestarla, pero no fue así, Ban seguía molestando la como sí él recordará algo que ella no, y eso no era posible, porque ella tenía muy buena memoria, a menos que hubiese hecho algo dormida.
Esa idea le dió escalofríos, no sería la primera vez que dijera algo dormida. 

Jericho,  Tal vez, aun no era muy amiga de los pecados, pero ellos agarraban confianza muy rápido. 

-Perico, te parece que hoy huelo bien-. Siempre una pregunta referente a los mismo.

Así había comenzado todo
 
-¿De que hablas?-. Y siempre la misma duda de Jericho.

-¿Y qué tal hoy?

-¡Maldición Ban! ¡déjame en paz! ¡porqué tienes que molestarme!
 
-¿Ahora te molesto?
 
-¡Si!-

-Me siento en desventaja-. comento Ban, como si estuviese hablando del clima.

-¿Ahora de que hablas?-. Preguntó Jericho con su habitual irritación.

-Tu sabes que huelo delicioso... Pero y tu a que hueles 

-Que dice...- No le dio tiempo de terminar su interrogante cuando sintió la nariz de Ban en su cuello. 

-No hueles mal. - estaba nerviosa, aunque se calmo un poco al percibir un aroma menta y cigarrillos. El olor era familiar 

-¡Que haces, aléjate!-. Jericho lo empujó con fuerza. Esos acercamientos iban a matarla

-¿Qué haces Ban?-. Y ahora llegaba Meliodas

-Nada importante, solo quería saber a que huele el perico-.
 
-¿Y huele bien?-.
 
-Sí-.

-Haber-. Meliodías se acerco a Jericho. Quien estaba acorralada a la pared y paralizada. Sin poder huir.

-Huele a vainilla-. Le dijo Meliodas

-No, era fresa-. Debatió Ban

-Eli, dime a que huele Jericho-. Meliodas tomó del brazo a Elizabeth quien apenas se acercaba a ellos. 
 
-Yo también quiero - dijo Diane 
Y en un momento tuvo encima a Elizabeth, King, y Diane 

El Camino Que Elegimos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora