Fall - Justin Bieber

Extra; Luna de miel

Después de la celebración de nuestra boda y de habernos despedido de nuestros invitados Justin y yo nos vamos a un hotel. Cuando Justin mete la tarjeta en la ranura me hace una señal con la mano para que pase yo primero con la maleta. Me adentró en la habitación observándola detenidamente: la habitación es moderna pero muy sencilla con las paredes de color azul oscuro.

—¿Te gusta? —Justin me abraza por detrás dejando un beso en mi mejilla.

—Sí, es muy bonita —sonrío de lado —. Voy al servicio.

Abro la maleta cogiendo un par de cosas y me meto en la habitación. Me miro en el espejo observando el peinado que llevo y miro mi anillo. Me muerdo el labio y sonrío al verlo sintiéndome feliz, muy feliz. Me quito la ropa que me he puesto cuando hemos llegado al apartamento poniéndome un camisón de seda que Ashley casi me obligó a que me lo comprase para la luna de miel. Sonrío al recordar su insistencia. Después de eso, me desmaquillo y cuando termino me aplico crema hidratante en el rostro.

Cuando salgo del baño visualizo a Justin de espaldas a mí, sin camiseta y poniendo champán primero en una copa y después en otra. Pongo mis manos en ambos lados de su espalda dejando un beso en ella. Justin se gira sonriéndome.

—¿Y esas copas?

—Tenemos algo que celebrar, ¿no? —lame sus labios ofreciéndome una copa para después él coger la suya —. Por nosotros.

—Por nosotros —repito sus palabras mirándole y bebemos sin dejar de mirarnos. Justin me mira lamiéndose los labios.

—¿Qué pasa? —noto como mis mejillas se sonrojan.

—¿Sabes qué es lo que me encanta de nuestra relación? Que me sigues robando el aliento como el primer día. Mírate, estás preciosa con ese camisón —sonrío negando con la cabeza —. Pero lo que más me gusta es el rubor de tus mejillas cuando te digo algo. ¿Sabes? A mi siempre me vas a robar el aliento pero lo que no quiero que cambie es el rubor de tus mejillas cuando te digo algo —sonrío acercándome a él y le abrazo.

—¿Por qué me has traído a un hotel? Nos podríamos haber quedado en el apartamento —murmuro separándome.

—Pues porque estar en un hotel contigo me recuerda a la primera vez que estuvimos juntos tu y yo —dice colocando un mechón de mi pelo detrás de la oreja.

—Eres tan romántico —digo dando un toquecito en la punta de su nariz.

—No es que sea romántico, es que estoy enamorado de ti —dice poniendo sus manos en mi cintura.

—Todavía sigo sin creerme que nos hayamos casado.

—Yo tampoco —susurra dejando un pequeño beso en mis labios —. Por fin eres mi esposa —vuelve a besar sus labios manteniéndolos sobre los míos varios segundos —. Mi esposa… Qué bien suena, ¿cierto?

—Suena muy bien —sonrío.

Beso los labios de Justin, pero esta vez con más intensidad. Pongo mis brazos en su cuello y cuando ladeo la cabeza para profundizar el beso hundo mis dedos en su pelo. Justin desciende sus manos hacia mi trasero dándole un ligero apretón hasta que me doy cuenta de que Justin está subiéndome el camisón, me aparto un poco de él y termino quitándomelo quedando en ropa interior. Justin se muerde el labio, pone sus dedos en mi hombro descendiéndolos hacia abajo mandándome miles de descargas eléctricas.

—Me encanta que después de tanto tiempo siga teniendo el mismo efecto en ti.

Justin va a besarme, pongo mi mano en su pecho impidiéndole que llegue a mis labios. Él frunce el ceño ante esto.