Liam Pov.
Observó cómo mis dedos juegan entre sí intentando calmar un poco la ansiedad que crece en mi interior. Agitó mi pierna de arriba abajo mientras acomodo mi cuerpo lo mejor que puedo en el incómodo sofá de la habitación de hospital de Bleick.
La misma rutina desde hace dos meses, siempre vengo después del instituto, charlo un poco con ella. El tío de Bleick viene temprano así que nunca lo veo. En mínimas ocasiones cruzó palabras con mi prima o amigos. Después de las visitas, regreso a casa y paso gran parte encerrado en mi habitación.
Mi ansiedad crece cada vez más, tengo una batalla interna para controlarla pero parece que me gana, algo que se está haciendo muy común. Desde que Santiago hablo conmigo he intentado dejarlo y así es pero hoy parece que ya no.
La puerta siendo abierta me indica que la hora de visitas a concluido y sin darle chance a la enfermera que hable me pongo de pie.
– En 5 minutos estoy afuera – aseguró.
– Está bien Liam– sin remedio la enfermera abandona el lugar.
Me hacerlo donde ella besando débilmente sus labios antes de incorporar mi cuerpo. Me tomo un tiempo para ver las orquídeas que traigo diariamente para ella. Y la manera tan chillona de Maddie para decorar una pared. Veo el atrapasueños enredado en la cabecera de la cama recordando como sus ojos brillaron cuando se los regalé.
Salgo de la habitación para minutos después estar conduciendo hacia mi casa. Apenas llegó, mi único objetivo es mi habitación pero el cuerpo de mi padre me interumpe.– ¿Como estás?– pregunta con notoria preocupación
– Respirando supongo que bien – me encogí de hombros sin ganas de seguir hablando.
Esquivo su cuerpo y voy directo a mi habitación. Tomo un gran respiro dejó caer mi cuerpo en mi cama. Siento como de nuevo la anciedad ataca mi cuerpo entonces rápidamente busco las pastillas que me recomendaron en mi cajón. Una vez que encuentro el frasco le quitó la tapa pero..
No hay pastillas.
Me pongo de pie de inmediato saliendo de mi habitación, camino paso alargado bajando por las escaleras. Una vez abajo veo a mi papá jugando con mi hermana aquello hizo que me calme un poco. Me quedo observando sin hacer ninguna clase de ruido.
– ¿usted quiere un poco de te?– pregunta mi hermana con un tono educado.
– Si usted es muy amable de servirme señorita– dice en el mismo tono. Leah comienza a servir el líquido en una pequeña taza– Gracias.
– Así no – le regaña cuando mi padre toma la taza – Así se hace – ella toma su taza alzando el meñique.
– Padre...– interumpo ganandome la mirada de los dos – ¿Podemos hablar?
– Claro – el se pondrá de pie pero mira a Leah– No te robes mis panqueques. Ya vuelvo.
El me hace una seña para que caminemos, pensaba que íbamos hablar en su despacho como era habitual pero el tomo el pasadizo que nos lleva al patio trasero.
– Estás haciendo un buen trabajo– admito refiriendo a la escena de hace segundos–
– Pero no del todo bien – suelta cuando llegamos al patio– ¿De que querías hablar?
– Se me acabaron las pastillas – informo y siento la pesada mirada de mi padre sobre mi.
– Liam pero esas pastillas tienen que durar 2 meses y hace un mes comensaste el tratamiento.
– Talvez solo duplique las dosis – vaciló caminando hasta una de las sillas que se encuentran frente a la piscina.
– Y tal vez dejaste de tomar las pastillas antidepresivas ¿Me equivoco?– pregunta tomando asiento al lado mío. Yo niego bajando la mirada–¿Por que?
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No Te Metas Conmigo Idiota(Corrigiendo)
Teen Fiction-y Liam ¿Dime alguna meta que tienes?- pregunto el profesor -Bueno...una meta que me acabo de plantear es acostarme con la chica nueva- todos rieron menos yo. -Pues no lo haré aunque eso significa morir de abstinencia sexual- -Cariño todo el mundo...