No Te Metas Conmigo Idiota(Corrigiendo)

Capítulo 40

Bleick Pov.

– ¡Vamos linces! – grita Maddie agitando sus brazos en el aire.

Hoy es la finales y adivinen contra que instituto vamos a jugar, y si no le adivinan pues con el instituto de Colin. Y para la tragedia de todos los santos de la suerte, el es el capitan de su equipo Los jaguares.

Lo sé todos los equipos de esta ciudad tiene un ligero problema con los nombres de felinos.

Aún recuerdo el primer partido donde yo los animé como loca, y como olvidarlo si ese día le hice la broma a Liam la cual salió mal.

Liam.

¡Ah por que invaden mis pensamientos!.

Ladeó la cabeza para intentar concentrarme en el juego. Estoy nerviosa por Richard. Ya he visto es couché de la universidad que quiere entrar mi primo. Solo rezo que todo salga bien.

– Maddie ya vengo no te importa quedarte sola con Chase ¿cierto?– pregunté poniéndome de pie y mirando a mi otro amigo quién se les prendió sus mejillas.

¿Acaso el...?

– Claro que no– accede acercándose a Chase.

Yo le lanzó una última mirada confundida a Chase antes de bajar las gradas y dirigirme a los vestidores.

Cuando entro hay algunos chicos que se están alistando los últimos detalles de su uniforme.

Voy donde veo sus números correspondientes. Y el corazón se me estruja cuando mi mente recuerda a esos cuatro niños que amaban jugar todas las tardes Fútbol, los cuales me enseñaron a jugar ese deporte y no les importo que sea niña, me maltrataba pero me enseñaron en fin y al cabo.

– ¿Chicos?– los llamé para tener su atención. Todos ellos voltiaron.

– Bleick.

Caminé unos pasos hasta quedar al frente de ellos y hacer nuestro ritual antes de sus partidos. Pero este sería diferente, Este sería la última vez que los animé en una partido.

–¿Quienes somos?– dije con un hilo de voz ya que si lo decía más fuerte me pondría a llorar.

Muchos sentimientos estás últimas semanas.

– Wallas– respondieron en una sonrisa triste. Ellos también sabía que era la última vez.

– ¿Que hacen los Wallas?

–Ganamos.

–¿Y que ganamos?– mierda maldita nostalgia.

– Lo que nos proponemos au, au au Wallas– me acerque a ellos y los abrace.

Su último juego, y aún recuerdo cuando fue el primero. ¿Malditos por qué tenían que crecer?

Me separé de ellos y les dedique una sonrisa triste. Voto el aire de mi pulmones con pesades. Y me encamine a mi otro objetivo.

Aunque quiera dejar de pensar en el no puedo peor cuando veo que extraña tanto a Leah. A sí que hice mi acto de buen corazon.

Digamos que hipotéticamente contacte a sus padres para que le permitieran hablar con Leah un par de segundos antes de él juego  a lo cual su madre acepto gracias a tantas insistencias mías.

Pero claro solo estamos hablando en un caso hipotético.

Veo la hora en mi celular falta exactamente un minuto para que me llamen y conociendo a esa familia son muy puntuales.

Me apresuró a encontrarlo y lo veo hablando con el entrenador parece serio como si estuviera tomando una decisión pero luego eso cambia a una sonrisa.