Me miró frente el espejo delineando con mis dedos cada fibra y diseño que tenía el vestido. Sigo el recorrido por mis hombros descubiertos hasta el presipitado escote, que, para mi gusto no muestra mucho, no podría decir lo mismo de atrás que está descubierto hasta la parte baja de mi espalda, pero me tranquiliza un poco la tela transparente que lo cubre. El largo es unos 5 dedos sobre mi rodilla que cae de manera suelta.
Simplemente es perfecto.
Mis cabellos están sujetados en un moño alto, me puse lo mínimo de maquillaje pero lo suficientemente notorio. Y mis zapatilla Blancas. Si tendría que usar tacos pero Liam no quiere que me sienta incómoda así que... ¡vivan las zapatillas!
Unas tocaditas a la puerta hacen que quite la mirada del espejo. Y la figura pequeña y adorable de Leah se hace presente.
Ella lleva un vestido Crema con azul. Su cabello rubio que está a unos centímetros bajo de la altura de su oreja tiene pequeños broches que combinan con su vestido y todo eso lo acompaña con una sonrisa radiante que decora su rostro.
Definitivamente donaria mi sangre por ella.
– Hola Bleick – saluda con una sonrisa– ¿te gusto el vestido?
– Si está perfecto– me acerco donde ella para agacharme a su altura.– me gusta más el tuyo.
– Gracias, es mi favorito– dice y veo como se sonroja– Hoy va a venir Mateo.
Huy esto va estar bueno. Liam tiene ese recelo con el niño ya que dice que Leah no puede ver a ningún chico de esa manera ya que se va a volver monja... Si así de exagerado es Liam, si la otra vez lo encontré buscando colegios parroquiales de mujeres por internet.
Nosotras salimos de la habitación, veo la emoción reflejada en el rostro de Leah, ella se suelta de mi apenas bajamos el último escalón para salir corriendo aquíen sabe dónde. Miro todo alrededor sin saber que hacer hasta que unas pisadas ganan mi concentración.
Y ahí con una camisa y pantalones de vestir caminaba mi novio distraído con su celular hasta que alza la mirada.
– ¿Y qué tal?– pregunto en espera de su respuesta.
– Estás como siempre – responde acercándose Ami – perfecta.
Su palabras tiene poder sobre mis mejilla haciendo que se sonrojen. Quiero decirle algo pero es por gusto por qué Liam siempre se ve bien y claro que el lo sabe. El corta más las distancia para rozar nuestros labios pero la presencia de alguien impide que pase más de un simple roce.
– Hola Bleick – saluda con una amplia sonrisa Susan. Quién tiene un vestido color azul que marca su muy buena figura – Te queda radiante el vestido espero que te guste.
– Si muchas gracias no se hubiera molestado– expreso un poco avergonzada. Ella niega y se acerca a nosotros.
– Ya estas grande mi Lalo – dice con ternura tomando su mejilla– Recuerda que siempre estuve orgullosa de ti. Espero que no sea tarde para ser una buena madre.
Ella comienza abanicar sus ojos para no estropear su maquillaje. Veo a Liam, quién no sabe qué hacer, no lo culpo el nunca a tenido que lidiar estos tipos de temas. Es algo nuevo para el.
– Bueno voy a ir a preparar las últimas cosas para la cena. Tiene que estar perfecto para Tu abuelo– veo como rueda los ojos en un gesto de fastidio– suegro mas insoportable no me pudo tocar.
Boto una ligera risa,la cual me acompaña ella para luego desaparecer por la cocina. Me voltie donde Liam quién pillo mirándome.
– Nunca me dijiste el origen de tu apodo– saco a flote un tema de conversación.
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No Te Metas Conmigo Idiota(Corrigiendo)
Teen Fiction-y Liam ¿Dime alguna meta que tienes?- pregunto el profesor -Bueno...una meta que me acabo de plantear es acostarme con la chica nueva- todos rieron menos yo. -Pues no lo haré aunque eso significa morir de abstinencia sexual- -Cariño todo el mundo...