Ezequiel llegó sumamente agitado el martes para gritarnos, literal, que íbamos a viajar el fin de semana a Córdoba para presentarnos en varios lugares donde nos están demandando. Nunca nos dijo nada porque según él, quería estar seguro que iban a pagar lo que estaba pidiendo y claramente lo hicieron. Fue una muy buena oportunidad para salir a despejarme y sobretodo, disfrutar con mi novia lo que más amamos hacer.
Nos acompañó un enorme equipo se producción, amigos de Sacha, para ayudarnos. Estuvieron a la altura de las circunstancias todo el tiempo cuando nos trataban de minimizar por nuestra reciente carrera. Es re loco ver como no solo me compran por ser quién soy y por mi música, sino también por Ludovica.
Y es lo que descubrí en este viaje, nuestra pareja vende.
Disfruto de la misma manera que subirme al escenario, verla a ella brillar. Como se mueve y transmite en cada palabra que sale de su boca es algo muy digno de ver, tiene un carisma inigualable, al punto de no incomodarse o sentirse intimidada por la gran cantidad de espectadores masculinos que no dejan de mirarla como si fuera un pedazo de carne.
No me molesta el hecho que la miren, porque haber... ¡Es completamente hermosa por donde la mires! Pero que la vean como si no tuviera algo más que aportar que su cuerpo, sí, porque el talento que tiene es único y debería ser valorada como tal. Igual, a ella no le provoca ningún malestar por ende, a mi tampoco debería.
Cada vez que intentamos irnos, es una verdadera locura, ya que nos encerraban para pedirnos fotos, saludos o simplemente abrazarnos. La oleada de gente crecía en cada evento al punto que ayer Ludo se descompuso por la falta de aire. Por otro lado, ella no deja de joderme sobre la cantidad de grupos femeninos que se me acercan, incluso a veces me tocan demás sin importarles que mi novia esté presente. No es para nada celosa igual, cuando le pregunté que siente al respecto, solo me dijo que me alegra que tenga el reconocimiento que merezco por todo mi esfuerzo.
No es un mal momento para recordarles que mi novia es perfecta.
—¿Estás cansada? —murmuré cuando se apoyó en mi hombro. Estamos viajando de nuevo a Pilar.
—Estoy muerta... —me dijo con los ojos cerrados. Suspiró abriéndolos y me sonrió—, fue el último.
—Fue un buen fin de semana.
—Y vos tenes que estudiar —advirtió levantando un dedo hacia mi. Rodé mis ojos con frustración y lo corrí de mi vista haciéndola reír. Se acercó rápido para besarme.
—¿Por qué me cagas todo? —me quejé con un puchero. Negó con una sonrisa agarrando su celular para concentrarse en el.
—Te lo recuerdo nada más... —dijo sin mirarme, estiró su celular al frente nuestro y se acercó más. Activó el flash delantero que me mató, por lo que me separé— ¡Pero vení, estúpido!
—¡Pero me está matando el flash loca!
—No exageres Pacheco —rodó sus ojos. Me acerqué para besar su cachete y ella hizo una mueca. Cuando la sacó se dio vuelta para darme un beso en los labios, sentí como también lo retrató.
—Nuestras fans se van a volver locas.
—No me gusta esa palabras.... Es horrible —murmuré haciendo una mueca del asco, ella asintió de acuerdo.
—¡Ludito! Mira... —la llamó Eze, ella en seguida lo miró mientras él le pasa su celular. Sonrió abiertamente pero en cuestión de segundos, se fue apagando. Suspiró.
—¿Hace falta ahora?
—Perdón, solo quería mostrarte —el entusiasmo de Eze por mostrarle lo que tiene el celular, se desvaneció de la misma manera que a ella. Perece muy arrepentido.
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Entre versos y otros prejuicios | Primer Parte
Teen FictionCreo que primero debería presentarme para no ser maleducado así que, acá voy... ¡Hola! Soy Mateo Pacheco, pero nadie me dice así realmente... Los más allegados me dicen Pache y asumiendo que vas a leer mis pensamientos por un tiempo, podes llamarme...