Mientras entraba nuevamente al gran edificio no pude evitar recordar aquella clase de ciencias naturales donde nos enseñaron las relaciones entre dos individuos, pensé en el imbécil desposa borrachas y en mí como una relación de simbiosis donde cada uno hacía algo que nos beneficiaba a ambos.
Tomé las escaleras para alargar mi camino, las ganas de dar marcha atrás aumentaban con cada peldaño que subía pero comencé a recordar por qué estaba aquí para darme ánimos.
— Vamos Grace, necesitamos el dinero, serán sólo dos meses.
Repetí aquella frase de Jane cómo un mantra hasta que llegué a la puerta del despacho del señor Schmidt.
Alcé mi mano aún indecisa.
Tú puedes hacerlo Grace.
Sólo entras y finges mirarlo con amor.
Sólo serán dos meses y podrás divorciarte.
Suspiré para finalmente tocar la madera. La puerta se abrió mostrándome nuevamente al señor Schmidt, esta vez pude notar lo apuesto que era, seguramente debió ser un rompecorazones durante tu juventud.
— Señorita Davis, la estábamos esperando, pase por favor.
Entré al despacho encontrando a Clarke ya sentado frente al escritorio, nuestros ojos se encontraron y pude notar un destello de alivio en su rostro, seguro pensó que no vendría aunque estuvo a punto de no alejarse de la realidad.
— Cariño, llegaste —se levantó y caminó hacia mí—.
Me tensé cuando su rostro se acercó demasiado al mío.
¿Iba a besarme?
Cerré mis ojos para luego sentir sus labios en la comisura de los míos, sólo fue un pequeño roce pero suficiente para hacer que me sonroje
— Gracias —susurró sobre mis labios—.
— Bueno... —alguien carraspeó haciendo que nos separemos de golpe—. Por favor siéntense.
Clarke tomó mi mano para guiarme hasta la silla que estaba a su lado.
— Cuénteme señorita Davis ¿Se encuentra mejor?
— Sí —dije recordando el desmayo—. Creo que no desayunar tuvo consecuencias en mí.
— Oh, lástima, el señor Clarke me comentó que podía tratarse de un embarazo.
Casi me atraganté con mi propia saliva y no pude evitar fulminar con la mirada a mi falso esposo. Su mano apretó la mía intentando calmarme.
— Sé que no querías que nadie supiera —abrió los ojos dándome una indirecta—.
Suspiré. Bien, tenía que calmarme, de ahora en adelante todo lo que se diga será parte de una actuación.
— Sí, no quería ilusionarnos con algo así sin estar cien por ciento segura —miré al señor Schmidt dando la mejor sonrisa que podía poner en este momento—.
Los ojos de él nos observaban fijamente analizando nuestros movimientos y pude ver cómo sospechaba de ambos.
— Bien, sabemos que el señor James Clarke está solicitando su visa permanente en el país y como la ley lo indica, esta puede ser adquirida a través del matrimonio con un estadounidense, eso ambos lo saben ¿cierto?—asentimos—. Entonces también deben saber que si en algún momento se llega a verificar que este matrimonio es falso, usted señor Clarke —señaló al imbécil—. Será expulsado permanentemente del país y usted señorita —me miró—. Corre el riesgo de ir a la cárcel y recibir una multa de doscientos cincuenta mil dólares.
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MATRIMONIO EN LAS VEGAS [✔]
Teen FictionGrace Davis sabía que perder la virginidad en una fiesta alocada en Las Vegas, borracha, con un completo desconocido no podía ser tan malo, a fin de cuentas, eso podía pasarle a cualquiera. Sin embargo, sí que se había echado para atrás cuando se d...