El viernes había llegado más rápido de lo que había creído y por un lado estaba agradecida de que así fuera, había tenido una semana muy pesada, el tema del matrimonio falso, la búsqueda de otro lugar para vivir, la mudanza y la universidad me había dejado muy agotada y lo único que necesitaba era ir a la playa, extrañaba vivir en Long Beach con mi familia y ver el atardecer sentada en mi roca favorita o leer un libro con la brisa del mar en mi rostro.
Un golpe en mi cabeza me hizo reaccionar.
¡Auch!
El balón de volley cayó al piso marcando punto para el equipo contrario, estábamos empate.
- Señorita Davis, ponga más atención al partido por favor.
- Sí, sí, lo siento.
Apoyé mis manos en las rodillas intentando concentrarme en el balón que rebotaba entre mano y mano. Había tomado el curso de voleibol porque me recordaba viejos tiempos en la playa.
Aproveché el pase alto que me dió mi compañera y rematé al equipo contrario enviando el balón directo a tocar el piso.
- ¡Bien, Grace! -me abrazó Mary, la voladora de nuestro equipo-.
El sonido del silbato interrumpió la celebración.
- Es todo por hoy chicas, que tengan un buen fin de semana.
Caminé a tomar mi bolso en las gradas fijándome en que el chico con el que me había tropezado hace unos días estaba ahí con su sonrisa ladeada.
- No sabía que jugabas tan bien, besitos.
- ¿Besitos? -rodé los ojos-.
Qué clase de apodo era ese.
- Decidí que así te llamaría.
- Tengo un nombre, usa ese.
- No, prefiero usar "besitos".
Tomé mi bolso para poder ir a casa, me puse en marcha cuando sentí unos pasos tras de mí.
- ¿Ahora me vas a seguir todo el tiempo ?
- Puede ser, a menos que me regales una cita.
- Si quieres te regalo una cita con el odontólogo luego de romperte los dientes.
- Pero que salvaje que eres.
- Ya me lo han dicho antes, gracias.
- Al parecer siempre tienes algo para responder ¿cierto?.
Paré mi caminata y me giré a encararlo, tal vez demasiado rápido ya que chocó conmigo y antes de perder el equilibrio puso sus brazos a mi alrededor, o sólo lo tomó como una excusa.
Existían ambas probabilidades.
- Ya dime qué quieres y sueltáme.
- Yo ya te dije qué quería pero tú no quieres aceptar, así que me temo que debo insistir.
- Dime cinco razones para que yo quisiera salir contigo.
- Bien,
» Uno, he salvado a tu redondo y lindo trasero de tocar el piso dos veces una en la cafetería y otra hace... -miró su reloj- menos de treinta segundos; de hecho, esas ya son dos razones
» Tres, soy un chico muy guapo y cualquiera quisiera salir conmigo, así que debes aprovechar esta gran oferta.
» Cuatro, soy uno de los chicos más populares de esta universidad.
» Cinco, aunque no lo parezca puedo llegar a ser muy agradable así que dame la oportunidad.
Sus ojos claros me miraron con un brillo suplicante y no pude evitar soltar una tonta sonrisa, es decir, este chico al parecer no sabía lo que era rendirse.
- Bien, como tú lo dijiste, tengo una respuesta para todo así que ahí te va.
Comencé a enumerar con mis dedos.
» Te regalo la razón número uno y dos porque es cierto, por cierto, gracias. Aunque considero que la segunda vez lo hiciste a propósito pero te la dejaré pasar -sonrió-.
» Tres, sí, eres guapo, no te lo voy a negar, pero sí dices que cualquiera quiere salir contigo entonces ya no me necesitas así que ya tienes una razón menos.
» Cuatro, no lo creo, nunca he escuchado hablar de ti, otra razón menos.
» Cinco, eso debo descubrirlo.
- ¿Eso significa que si me darás una oportunidad?
- No, significa que sólo me has dado tres razones válidas así que aún te faltan dos, cuando las descubras, me cuentas, y decidiré si quiero salir contigo o no.
Le guiñé el ojo y continué con mi caminata hacia la salida de la universidad, dejándolo parado con una sonrisa confundida en el rostro.
- ¡Ahí estás! ¿Por qué demoraste tanto, Grace?
- Me encontré con el chico del casillero -respondí a Jane-.
- Te refieres a Logan.
- Sí, como se llame.
- Al parecer está interesado en ti pero debes decirle que estás casada.
- ¡No estoy casada!
- Oh, cariño, si lo estás, legalmente lo estás.
- Deja de repetirlo.
- Y hablando del imbécil de las Vegas...
Fruncí mis cejas confundida hasta que me fijé en el punto al que Jane miraba, de hecho era el punto más sexy que podías ver.
James Clarke bajó de su Land Rover, o al menos eso decía en la parte delantera, porque si me alimentaran por saber nombres de carros, estaría muerta. Del asiento del copiloto bajo un chico pelirrojo bastante guapo aunque no tanto como...
Olvídalo, Grace.
Su tan segura manera de caminar llamó la atención de los alumnos que aún se encontraban fuera, llevaba un pantalón jean, camisa blanca con las mangas recogidas y unas botas Timberland a las cuales les faltaba limpiar, sin embargo se veía muy bien, demasiado para mi gusto.
- Hola, cariño -se acercó y besó mi frente-.
Mis mejillas se sonrojaron al instante y me maldije por ello.
¡Sólo es un beso en la frente!
- ¿Qué haces aquí? -dije luego de que besara a Jane en la mejilla-.
- Las vine a recoger para llevarlas a casa.
- ¿Cómo sabías dónde estudio? -lo fulminé con la mirada-.
- Un pajarito me lo comentó.
- Un pajarito llamado Jane, seguramente.
Jane me dedicó una mirada nerviosa y luego miró al chico pelirrojo, el cual la estaba abrazando por la cintura. Oh niña, de esta no te salvas.
- Mira amor, ella es mi mejor amiga, Grace Davis -le dijo al chico-.
El chico, Tom, del cual ya sabía hasta a qué hora iba al baño me ofreció su mano.
- Hola Grace, he escuchado mucho de ti -créeme que yo también-. Soy Thomas Cooper, pero sólo dime Tom.
- Oh, igualmente -tomé su mano y luego miré a Jane poniendo mi mejor cara de confusión-. Jane, este no es el mismo chico que me presentaste el lunes ¿cierto?
Y de repente, Tom se puso del color de su cabello.
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Jajaja pobre Tom👀
¿Qué le pasará a Jane?
Nos vemos mañana, besitos chocolatosos para todos, bye ❤
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MATRIMONIO EN LAS VEGAS [✔]
Fiksi RemajaGrace Davis sabía que perder la virginidad en una fiesta alocada en Las Vegas, borracha, con un completo desconocido no podía ser tan malo, a fin de cuentas, eso podía pasarle a cualquiera. Sin embargo, sí que se había echado para atrás cuando se d...