MATRIMONIO EN LAS VEGAS [✔]

Capítulo 26

Me hundí en mi abrigo cuando el viento me golpeó fuertemente, James me había convencido de subir a la torre Eiffel. Mi cuerpo temblaba tanto por el frío como por el miedo.

- Vamos, Davis, acércate al borde

- Mmm, mejor me quedo aquí -mi mirada estaba fija en el cielo intentando ignorar lo alto que nos encontrabamos-

- Eres tan miedosa -rodó los ojos- ya subiste hasta aquí, sólo disfruta esto

Me tomó de la mano y me jaló hacia el borde, me rehusé haciéndome hacia atrás pero definitivamente era más fuerte que yo, cerré los ojos cuando me presionó contra el balcón de metal, dejando mi espalda apoyada en su pecho y sus brazos simulando una cárcel.

- Vamos, cariño, abre los ojos -susurró en mi oído-

Negué pero terminé haciéndolo, pudiendo ver la hermosa ciudad de París, observé todo muy impresionada, realmente era magnífico, el cielo estaba pasando de azul a naranja dejando a su paso el mejor paisaje que había visto en mi vida.

- No sé qué es más hermoso, si la vista, tú, o la combinación de ambas

Miré sobre mi hombro encontrándome unos ojos sinceros, no pude evitar sonrojarme.

- Tengo que capturar esto -sacó su celular- Mira a la cámara

Las fotos no eran de mi agrado, así que lo miré un poco fastidiada, al parecer él había tomado la foto en ese momento porque soltó una carcajada, no pude evitar sonreír al ver cómo disfrutó verla. Sonrió tiernamente y me mostró la foto en el momento justo donde lo veía como si fuera lo más asombroso del mundo.

- Al parecer te mueres por mí, señorita Davis

Rodé los ojos, ya tenía su cara de superioridad.

- Sólo sonreía porque tienes un moco -señalé su nariz- Es asqueroso

- Sí claro, aún así me quieres y me deseas -se acercó más-

Alcé una ceja tratando de no verme nerviosa con su aliento sobre mis labios.

- Pues -me acerqué más- creo que el que me desea eres tú, estás loco por mi Clarke, admitelo

- Pues tú lo has dicho

Sin más pegó sus labios a los míos, no resistí más y pasé mis brazos sobre sus hombros para atraerlo hacia mí, sus besos eran mi perdición.

Un click hizo que me alejara de él, había tomado una foto mientras nos besábamos.

- Oye -me quejé-

Alzó sus hombros quitándole importancia y me volteó otra vez, dejándome de cara a la increíble vista que había.

- Ella está enamorada de mí o tal vez de mi dinero -susurró en mi oído-.

La confusión se apoderó de mi rostro cuando lo observé.

- ¿De qué hablas?

- Rose.

- No necesito explicaciones -intenté alejarme de su toque, un sabor amargo se instaló en mi boca-.

- Quiero dártelas, ella sólo intentó llamar mi atención ofreciéndose a mí, no tuve tiempo de alejarla y para mi mala suerte entraste a la oficina.

- Ya te dije que era asunto tuyo.

- Grace, por favor. No arruines esto.

Quise gritarle que yo no era la que lo estaba arruinando. Sin embargo, sellé mis labios y asentí.